Vox se mueve mejor a contracorriente. El partido tiende a manejar mal las altas expectativas, como quedó demostrado en las generales de abril de 2019 y las andaluzas de 2022. Haber logrado superar la moción de censura sin contratiempos, cuando se preveía catastrófica para la derecha, podría acabar beneficiándoles.
Ese es al menos el pronóstico que hacen los dirigentes de la formación, una vez concluido el debate. "Si antes apoyaban la moción un 30% de españoles, ahora podríamos estar superando el 40%", trasladan fuentes de Vox donde se muestran convencidos de haber logrado ganar impulso gracias, sobre todo, al interés mediático que ha suscitado la propuesta.
"De no haberla registrado, la alternativa habrían sido meses con el Gobierno como único protagonista gracias a su potente maquinaria propagandística", aseguran, abriendo incluso la puerta a que el PP pueda acabar sacando rédito también de esta situación. "Había que agitar al electorado de derechas", rematan.
Tamames ¿reclamo electoral?
Los principales dirigentes del partido entienden que la candidatura de Ramón Tamames, pese al riesgo que supuso su elección, ha acabado siendo ventajosa. "Hemos llegado a un sector de la población al que no habíamos llegado nunca", aseguran en referencia a los más mayores, donde el bipartidismo es la opción mayoritaria, a diferencia de Vox, cuyo principal caladero de voto son los jóvenes.
Aunque en un principio el partido se volcó en intentar potenciar sus propuestas municipales y autonómicas de cara al 28-M, dando herramientas a sus candidatos para aportar soluciones que no fueran sólo de ámbito nacional, el interés mediático por campañas como Cuida lo Tuyo, la patria empieza en los barrios es casi nulo por lo que la moción de censura les ha resituado en el mapa.
La relación con los medios
Vox siempre ha mantenido una relación muy difícil con la prensa, que ha ido empeorando con el paso de los años como demuestran los constantes ataques de sus líderes por las críticas recibidas. De puertas para afuera el partido incluso menosprecia la influencia de los medios tradicionales, llegando a atrincherarse por periodos en las redes sociales que manejan como ningún otro partido.
De puertas para adentro, sin embargo, sus miembros reconocen el poder que tienen los medios en la opinión pública. De ahí que el objetivo con su propuesta fuera "ganar visibilidad" para posicionar mejor su mensaje, "sin distorsiones". Santiago Abascal pudo hablar sin límite de tiempo para interpelar a Pedro Sánchez, a diferencia de lo que ocurre con las sesiones de control en el Congreso, en las que sólo puede preguntar una vez cada tres semanas, o de los rifirrafes que el presidente mantiene con Alberto Núñez Feijóo en el Senado, donde no tiene escaño.
Las bajas expectativas
La desventaja que supuso en un principio haber elegido a Tamames ha acabado convirtiéndola en virtud, según presumen en Vox. El clima previo de desconcierto puso en alerta al partido, que supo reaccionar para reconducir la situación durante el debate en el que se eludieron todos los asuntos espinosos a fin de poder volcarse durante la sesión en la censura al Gobierno.
Los duros ataques de los portavoces del PSOE, Patxi López, de ERC, Gabriel Rufián, o de Compromís, Joan Baldoví, contra Tamames dieron a pie a que el candidato pudiera centrar sus réplicas en desmontar su habitual argumentario, dándoles de paso lecciones de Historia o, incluso, de respeto institucional, precisamente cuando Vox había sido tildado de frívolo por su uso partidista del Congreso.
Es difícil, en cualquier caso, que a la hora de votar para elegir alcalde o presidente autonómico se tenga en cuenta el debate de la moción de censura que, de haberse resuelto mal, sí habría acabado perjudicando a Vox. Antes de la propuesta sus aspiraciones eran lograr en torno al 5% de votos, unos 900.000 apoyos. Unos datos que servirán para medir hasta qué punto han conseguido sacar rédito a su arriesgada iniciativa.