
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha inaugurado en la mañana de este miércoles el primer ramal de la Tubería de la Llanura Manchega -el llamado ramal nororiental- bajo la acusación de la Comunidad de Usuarios de Aguas Subterráneas Rus-Valdelobos de que esta obra faraónica, que empezó a gestarse hace más dos décadas, también podría estar salpicada por la presunta malversación de fondos europeos y estatales.
Los más de 3.000 agricultores que han presentado una querella criminal en la Audiencia Nacional sostienen que, en el año 2005, el expresidente José María Barreda anunció la adjudicación de esta obra "con el objetivo de liberar presión en las extracciones que afectan al estado de las Tablas de Daimiel y, a su vez, garantizar de agua en calidad y cantidad a los abastecimientos de los municipios del antiguo acuífero 23, cuando en realidad los motivos subyacentes de este megaproyecto no eran otros que sobredimensionar dichas obras para dar cobertura a territorios que inicialmente no estaban declarados en mal estado ni cuantitativo ni químico de sus aguas subterráneas, consiguiendo así gestionar y manejar una obra e infraestructura con un notable incremento de fondos públicos estatales y europeos destinados a este fin".
En este sentido, los querellantes hacen hincapié en que, de los 15 municipios a los que abastecerá el ramal que este miércoles se pone en marcha, 12 pertenecen a antiguas unidades hidrogeológicas que nunca habían tenido problemas de sobrexplotación y que, sin embargo, fueron declaradas como tal después de la aprobación de la Tubería; mientras tanto, los grandes núcleos del acuífero 23 -aquellos que motivaron la puesta en marcha de este megaproyecto- seguirán sin poder beneficiarse del trasvase dos décadas después, entre ellos, Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Daimiel o Villarubia de los ojos.
Datos inflados
Junto a esta forma de proceder, los usuarios de la Masa de Aguas Subterráneas Rus-Valdelobos denuncian cómo, de forma sistemática, se habrían ido "inflando" presuntamente los datos de población para justificar el proyecto. Así, mientras entre los objetivos del plan de 2006 se apuntaba a la intención de dar respuesta a "unos 500.000 habitantes, cuyos recursos hídricos proceden, fundamentalmente del indicado acuífero (el 23)", poco a poco esas cifras han ido disminuyendo. Tras anunciar la puesta en marcha del primer ramal, la Junta de Castilla-La Mancha aseguró que éste abastecería a unos 100.000 habitantes. La realidad final, sin embargo, es que los 15 municipios incluidos en el trazado nororiental representan a menos de 75.000 habitantes, según los datos que aparecen reflejados en el último Plan Hidrológico Nacional. De ellos, apenas 35.000 formarían parte de la zona inicialmente declarada sobreexplotada.
Por si esto fuera poco, mientras los beneficiarios se han ido reduciendo, los gastos se habrían ido multiplicado. De los 127 millones de euros por los que se adjudicó la obra inicial a OHL, se ha pasado a los cerca de 400 millones que ya se habrían invertido hasta el momento. Pero es que, según los cálculos de la Masa de Aguas Rus-Valdelobos, los dos ramales que aun quedarían por ejecutar -central y sur- supondrían unos 200 millones de euros adicionales, lo que elevaría a cerca de 600 millones el montante total destinado a la Tubería Manchega.
¿Agua más cara?
A la espera de ver cómo se materializa su puesta en marcha, son muchos los que manifiestan sus reservas. Entre ellos, no solo buena parte de los agricultores. También el candidato de Vox a la presidencia de Castilla-La Mancha, quien ya ha manifestado su oposición a la misma por cuanto está convencido de que "va a incrementar el precio del agua a los municipios que se quieran adherir".
"Lo que no nos gusta de esta Tubería es que en la planificación del Gobierno de Page está el que se va a incrementar considerablemente el precio del agua a todos los municipios que quieren adherirse. Además, les está obligando a eliminar sus propias captaciones. Creemos que no es la solución idónea. El agua hay que garantizarla a precio asequible, no a precios que se multiplique hasta un 300 por 100 como se está previendo", aseguraba hace unos días David Moreno.
A ello habría que sumar la otra gran denuncia que plantean los usuarios de Rus-Valdelobos y es que a algunas de las poblaciones que se incluyen en este primer ramal se les reduce la dotación de agua respecto a sus actuales concesiones. Al menos así lo han podido comprobar en las que pertenecen a su demarcación: Minaya y San Clemente. En este último municipio, según el último Plan Hidrológico Nacional, pasarán de los 905 m3 al año a 765, es decir, 140 m3 menos.