La guerra en Ucrania, la vuelta de los touroperadores chinos a España o el desarrollo del coche eléctrico centrarán los temas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su primer viaje oficial a China.
El jefe del Ejecutivo español estará en el país asiático durante el jueves y viernes invitado por la dictadura comunista en el marco del 50º aniversario de las relaciones diplomáticas entre España y China. La idea del Gobierno español es que, tras la pandemia, el régimen chino tiene que reconstruir su imagen y que es fundamental que no se aísle de la comunidad internacional.
Conociendo a la cúpula de la dictadura
Durante el primer día, Sánchez se desplazará a la isla meridional de Hainan para participar en el Foro Económico de Boao, conocido como el "Davos chino". Allí, el presidente del Gobierno participará junto a sus homólogos de Costa de Marfil, Malasia o Kazajistán.
El grueso de sus encuentros se producirán durante este viernes cuando viaje hasta Pekín para mantener diversos encuentros con la cúpula de la dictadura. Sánchez se reunirá en primer lugar con el flamante primer ministro chino, Li Qiang, que ofrecerá un almuerzo en su honor. Más tarde, tendrá un encuentro con el presidente de China y secretario general del Partido Comunista, Xi Jinping, en el Gran Salón del Pueblo, en plena plaza de Tiananmén. La jornada la finalizará con el presidente de la Asamblea Popular de China, Zhao Leji.
¿Derechos humanos?
Entre los principales bloques temáticos que Sánchez tratará con la cúpula de la dictadura no están los derechos humanos. Moncloa lo reduce a un "interés por el diálogo" que Jinping prometió abrir con la UE sobre estos aspectos tras la visita del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el pasado mes de diciembre.
Durante su viaje, el político belga se interesó por la represión a la minoría uigur en la provincia de Xinjiang. España cree que el "mecanismo adecuado" para tratar estas cuestiones es con este diálogo entre la UE y China que, afirman en Moncloa, que se reanudó en febrero. En cambio, otros asuntos como la represión política, la persecución a opositores o la falta de libertad de prensa no parece que se vayan a tratar.
Lo que sí se tratará
La Moncloa pone el acento en que será la primera vez que el presidente chino hable con un líder europeo de sus 12 propuestas para conseguir la paz en Ucrania. Un papel en el que el Gobierno español ve "elemento de interés" que coinciden con el plan de paz de Zelenski.
Entre esos puntos "interesantes", el Ejecutivo destaca el rechazo rotundo al uso del arma nuclear o que se busquen soluciones al conflicto. El Gobierno español ve a China como una "potencia estabilizadora" que "rehúye el conflicto y la guerra".
Sánchez será la avanzadilla comunitaria pero no el único. Tras el español, acudirán en las próximas semanas el presidente francés, Emmanuel Macron; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen; el alto representante de la UE, Josep Borrell; o la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aunque todavía sin fecha. Unas visitas que resaltan en Moncloa ya que creen que es muy "positivo" que los mandatorios chinos reciban a los líderes europeos.
Coches eléctricos y touroperadores
Hay otros temas que Moncloa también tiene previsto tratar para relanzar la relación bilateral con China. España dará a conocer a ocho touroperadores chinos que, desde este pasado mes de marzo, ya pueden volver a operar en nuestro país tras finalizar las restricciones por el COVID-19. La Moncloa les dará a conocer su plan para acelerar los visados y que vuelvan los turistas chinos.
Sánchez también dará a conocer a Jinping sus planes para desarrollar el coche eléctrico. En concreto, se centrará en determinadas tierras raras que sólo hay en China y que Europa necesita para fabricar las baterías de estos coches. El régimen controla el 60% de las extracciones de litio o casi el 80% de la fabricación de las células de las baterías.