Menú

La inflación sacude la cafetería del Congreso de los Diputados

En algunos casos los precios de los menús se han incrementado un 40%.

En algunos casos los precios de los menús se han incrementado un 40%.
Congreso de los Diputados. | Flickr

El Congreso de los Diputados parece a veces un microcosmos en el que sus miembros viven al margen del resto de españoles. A los políticos se les reprocha con frecuencia estar pendientes de asuntos que poco tienen que ver con los problemas que padecen los ciudadanos. Como ejemplo gráfico de esa distancia con la realidad se recurre, a veces, a hablar de los precios de la cafetería de la Cámara, significativamente más bajos que los de cualquier otro establecimiento en España.

Un supuesto "privilegio" más de sus Señorías que, sin embargo, beneficia sobre todo a los trabajadores que conviven en el Parlamento con los diputados: periodistas, policías, ujieres, camareros o personal de limpieza, lo que no exime de la crítica frente a otros empleados de fuera que no pueden disfrutar de precios tan bajos a la hora de tomar un café o comer un menú.

Pero ni siquiera este remanso económico es ajeno al alza de precios que se vive en España. La inflación ha llegado al Congreso y, desde ayer, ha arrasado con la factura aplicada hasta ahora, dando paso a una nueva cuenta que incluye un importante incremento de costes, aunque todavía dista bastante de situarse en el valor medio de mercado.

Si un café antes salía por 0,95 euros, ahora ha pasado a costar 1,20. El menú en el bufet era antes de 4,50 y ahora ha pasado a 6,45, casi dos euros más que hace apenas tres días, aunque sigue siendo muy económico teniendo en cuenta que incluye primero, segundo, postre, pan y bebida.

En la cafetería-restaurante su coste suele ser más elevado y si antes eran 9 euros ahora se ha incrementado su precio hasta los 12,90, más barato que en otros locales aunque todavía se puede encontrar algún restaurante que sirve menú a ese precio, pero la mayoría supera ya los 15 euros. Un desayuno que incluye un café y unas barritas de tomate, por ejemplo, antes eran 1,15 euros y ahora son 1,30 euros.

Esta carta de precios justificó en parte la conocida respuesta que el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero dio en 2007 a un ciudadano cuando, durante el programa Tengo una pregunta para usted de TVE, le preguntó si sabía cuánto costaba un café: "80 céntimos", dijo convencido. "Eso era en los tiempos del abuelo Patxi, hoy no", le contestó a su vez el hombre, sorprendido por su desconocimiento de la realidad. Una anécdota que pasó a ser utilizada como símbolo de la distancia que separa a los políticos del resto de ciudadanos.

Subir precios para no arruinarse

Los nuevos precios de la cafetería del Congreso son igualmente bajos en comparación a los que aplican los demás negocios de la calle, pero su incremento da cuenta de hasta qué punto el encarecimiento de la energía, los combustibles o las materias primas están forzando a los empresarios a ajustar costes para no arruinarse por la elevada inflación. Un incremento que no están trasladado de forma íntegra a los consumidores para guardar un equilibrio que les permita seguir conservando clientes.

En el caso de la cafetería del Congreso, la empresa encargada de la concesionaria es Cafestore, que según publica El Periódico de España, pidió permiso el pasado mes de febrero al Congreso para incrementar precios ante la elevada inflación, por ser una causa imprevista que les ha dejado sin apenas margen de beneficios.

Se trata de una prueba inequívoca de que, a pesar de la propagada del Gobierno, que se esfuerza por intentar vender que gracias a sus medidas ya se empieza a notar cierta contención en los precios, la realidad nada tiene que ver con el relato político.

Temas

En España

    0
    comentarios