Desde siempre, las lluvias se han concentrado en el norte del país, mientras que en el sur lo normal son las sequías. Un plan hidrográfico nacional ayudaría a que todos los territorios tuvieran agua y con los trasvases paliar los efectos de la sequía crónica que aqueja el sur de la península.
Ese plan ya existía hasta que llegó a la presidencia del Gobierno un señor llamado José Luis Rodríguez Zapatero que lo echó para atrás. ¿El motivo? Los separatistas, una vez más. Debido a que ellos no querían compartir el agua con el resto de zonas necesitadas. Ante la necesidad de los socialistas de tener el ‘silloncito’, cedieron ante las presiones de independentistas catalanes y vascos, por ello, en lugares como Andalucía o Murcia se vive una situación difícil por la falta de agua.