
Lo que tenían que ser unos simples exámenes para optar a 1.825 plazas de funcionario autonómico en Cataluña se convirtieron en un auténtico desastre que sufrieron los 13.581 aspirantes, en su mayoría interinos. El Govern acostumbra a pensar a lo grande: Giras por Hispanoamérica, apertura de embajadas, planes para un "acuerdo de claridad" que desemboque en otro referéndum golpista... De ahí que las oposiciones para 1.825 plazas de funcionario para diversos departamentos de la Generalidad se externalizaran y concedieran a una empresa privada denominada Cegos, una firma española dedicada a la formación, desarrollo, selección y consultoría de Recursos Humanos.
El importe del contrato es de un millón y medio de euros y Cegos debía controlar el proceso y corregir los resultados de las 72 pruebas convocadas el pasado sábado. Pero todo lo que podía salir mal salió mal. Aulas abarrotadas, hasta siete horas de espera sobre la hora prevista del inicio del examen, irregularidades en los procedimientos, fallos en la identificación, falta de mobiliario, ninguna garantía y finalmente la asunción por parte de la Generalidad de que gran parte de los exámenes se tendrán que repetir y de que el experimento fue un desastre.
Un cese para frenar la polémica
Como primera reacción, la consejería de Presidencia, cuya titular es Laura Vilagrà, atribuyó el desastre a la empresa contratada y al hecho de que estaba había subcontratado a otra, Randstad, para que proporcionara el personal que debía vigilar la realización de las pruebas. Sin embargo, la portavoz del ejecutivo catalán, Patrícia Plaja, ha pedido hoy disculpas en nombre de la administración autonómica, pero sin ahorrar críticas a la empresa contratada, y ha informado del cese de la directora general de Función Pública, Marta Martorell, que por ahora es quien asume un desastre que cuestiona a la secretaria general del área, Alícia Corral, y a la propia consejera Vilagrà. La sustituta de Marta Martorell es Anna Maria Molina Cerrato.
Plaja también ha dicho que la Generalidad habilitará una web a la que se podrán dirigir los aspirantes a funcionarios para explicar su caso. Se ignora cuándo se volverán a repetir los exámenes. Ada Colau ha declarado que estas cosas en el Ayuntamiento de Barcelona no pasan. Junts per Catalunya (JxCat) asegura por boca de su secretario general, Jordi Turull, que ERC está arrastrando por los suelos el "prestigio" de la Generalidad. El Govern de ERC es un hazmerreir que lo mismo presume de un "programa espacial" a base de nanosatélites que es incapaz de organizar unas oposiciones y necesita los servicios de una empresa privada a tal efecto. En cinco años se ha pasado de presumir de la organización de un referéndum ilegal a pedir disculpas porque no se sabe convocar, organizar y controlar los más elementales procesos de selección de personal.