Las listas trufadas de terroristas presentadas por Bildu el 28-M le están complicando la campaña electoral a Pedro Sánchez y al PSOE. La alianza del Gobierno con los de Arnaldo Otegi centra estos primeros días de contienda en los que Moncloa aspiraba a acapararlo todo con sus anuncios propagandísticos sobre el llamado "escudo social". A pesar de la polémica, el presidente no rompe con los proetarras e incluso vuelve a pedirles su apoyo.
Durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso el presidente ha vuelto a dejar patente que tiene intenciones de seguir contando con Bildu, a los que apenas ha reprendido ligeramente por incluir a asesinos en las listas electorales. "Quiero que conste en acta: se han equivocado en la elaboración de listas, puede ser legal pero no decente", ha dicho en respuesta a la pregunta de Merche Aizpurúa sobre las políticas sociales.
Sánchez reclamaba a la portavoz de Bildu un "mensaje mucho más rotundo y contundente de reparación, reconciliación y homenaje a las víctimas" para, a continuación, tenderle la mano antes incluso de esperar respuesta a su reclamación pidiéndole de nuevo su apoyo para las medidas sociales que traerán al Congreso en el futuro. "Traeremos más medidas sociales y espero que podamos contar con su apoyo", decía.
Un tono muy alejado del que protagonizaba con la portavoz del PP, Cuca Gamarra, que pedía al presidente un compromiso de que no pactará más con Bildu, sin éxito. "Ser tan cruel con el PP y tan complaciente con Bildu va a marcar su historia", criticaba Gamarra que acusa al PSOE de "blanquear y legitimar" a los proetarras para rematar señalando a ambos por "dilapidar los valores democráticos", provocando la ira de la bancada socialista que daba un aplauso inusualmente largo al presidente, evidenciando que no está en su mejor momento.
Sánchez evitaba responder a la petición de la portavoz del PP y, de nuevo, tiraba de guión en su respuesta a la oposición en el Congreso. "En 2015 había terroristas en las listas y no dijeron nada, eso prueba su cinismo", decía para insistir en el mensaje de que fue un gobierno socialista el que derrotó a ETA hace doce años para enfado del PP. "Eso es lo que les molesta", repetía como ha venido haciendo los últimos días para evitar responder por sus pactos con Bildu.
Antes de la sesión de control, la portavoz de los proetarras, Merche Aizpurua, sí atendía hoy a la prensa para defender sus supuestos compromiso con "la paz" y la "convivencia" pero evitaba responder hasta en tres ocasiones a la prensa sobre si se arrepentía de haber incluido a asesinos en sus candidaturas, negándose también a aclarar si el Gobierno le había pedido sacarles de las listas.
Algo que no ha ocurrido puesto que concurrirán al 28-M con la supuesta promesa de no recoger después el acta de concejales si salen elegidos.