A menos de una semana para la cita con las urnas de este 28 de mayo la última gran oleada de encuestas ha llegado durante el fin de semana y el lunes para poder analizarlo con detenimiento en nuestro canal de YouTube y, por supuesto, en las páginas de Libertad Digital.
La situación no ha registrado grandes cambios pero siguen las tendencias que ya hemos comentado en anteriores semanas: la derecha mejora poco a poco y al mismo tiempo la izquierda empeora, pero también muy poco a poco.
El resultado es que PP y Vox parecen al borde de una gran victoria, pero están muy lejos de tenerla asegurada: sólo unos pocos votos pueden marcar la diferencia entre un triunfo de la oposición y, sobre todo, una gran derrota de Sánchez y su Gobierno, o que el PSOE y sus socios retengan el suficiente poder para que puedan decir que han capeado el temporal y que, por tanto, estas elecciones no se conviertan en una losa que la izquierda ya tenga imposible levantar antes de las generales de final de año.
En estas circunstancias y con todo dependiendo de unos pocos miles de votos vale la pena preguntarse si tiene algún sentido votar a Ciudadanos, un partido que en la práctica ya ha desaparecido y que no va a tener representación en ninguna plaza importante.
Y es que hay sitios como la Comunidad Valenciana en donde el partido naranja sigue teniendo una intención de voto de unos pocos puntos con los que no va a obtener ninguna representación y que, de decidirse por PP o Vox asegurarían una derrota clara de Sánchez. Es el momento del realismo y, no sin cierta lástima por lo que Ciudadanos fue, asegurarse de que el voto sirve para algo.