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Vox denuncia al Parlamento Europeo la "injerencia de Marruecos" en la compra de votos en Melilla

El partido pide una investigación a Bruselas ante el posible fraude por el que señala a Coalición por Melilla.

El partido pide una investigación a Bruselas ante el posible fraude por el que señala a Coalición por Melilla.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, interviene en un mitin del partido en Ceuta. | EFE

Vox ha decidido llevar la compra de votos en Melilla al Parlamento Europeo para que abra una investigación ante la posible comisión de un delito de fraude electoral. Después de destapar el caso poniendo los hechos en conocimiento de la Junta Electoral y la Delegación de Gobierno en Melilla, el partido ha denunciado ante Bruselas la posible "injerencia de Marruecos" en las elecciones españolas del 28-M.

El eurodiputado del partido Jorge Buxadé ha remitido una carta al presidente de la comisión Especial sobre Injerencias Extranjeras del Parlamento Europeo, Raphaël Glucksmann, exigiendo que abra diligencias después de que varios trabajadores fueran asaltados cuando transportaban documentación electoral, además de la detección de compra de votos por correo a razón de cien euros la papeleta.

Señala además que el CNI investiga la posible interferencia de Marruecos en "el escándalo", por el que señala a Colación por Melilla como partido que defiende los intereses de Rabat en la ciudad autónoma. Ante las sospechas, reclama la apertura de una investigación sobre el país africano.

En la misiva, Buxadé recuerda que el PSOE y Coalición por Melilla ya fueron condenados por hechos similares en 2008, dejando entrever sus sospechas sobre los posibles autores del fraude actual por el que se lleva a cabo una operación policial con varios detenidos, después de que la semana pasada la ciudad fuera blindada por agentes nacionales para poner coto a la situación.

El escándalo se destapó ante las largas colas registradas para pedir el voto por correo en la única oficina que hay en la ciudad autónoma, además del elevado número de solicitudes que en pocos días superaron las 10.000, casi el 20% del censo electoral, cuando la media en España no supera el 2,5%.

Los delincuentes se aprovechan de que la Ley Electoral no exige mostrar el DNI para la entrega de votos por correo, lo que facilita el fraude. Un error subsanado por la Junta Electoral que endureció los requisitos al saltar la polémica a los medios. En ese momento, las colas para pedir el voto por correo desaparecieron, tal y como informó Libertad Digital.

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