Desde la histórica ciudad de Toledo, Santiago Abascal ha celebrado su último mítin de campaña volcado en atacar al PSOE por los casos de corrupción que le afectan, como la compra de votos, al tiempo que ha apelado al PP para que "rectifique" su mano tendida a los socialistas o, de lo contrario, Alberto Núñez Feijóo "se convertirá en un peligro para la unidad de España".
A falta del veredicto de las urnas, Vox aspira el próximo domingo a mejorar su implantación territorial para reforzar su estructura, además de ser decisivos en la configuración de gobiernos de la mano del PP. De ahí que sus últimos mensajes se hayan dirigido especialmente a este partido, después de que varios de sus candidatos se hayan volcado estos días en ofrecer un acuerdo al PSOE para evitar tener que depender de Vox.
"El PP dice que lo primero que hará será pactar con Sánchez para no pactar con Vox, ¿no le parecen suficientemente graves los crímenes del PSOE o la compra de votos? Si Feijóo y el PP no rectifican se convertirán en un peligro para la unidad de España", ha dicho ante las casi 3.000 personas que llenaban la Plaza del Ayuntamiento de la capital castellanomanchega, donde la derecha espera poder arrebatar el gobierno al socialista Emiliano García-Page.
Después de alertar de los peligros del comunismo, de atacar duramente al PSOE por ser "una catástrofe y una plaga, lo peor que nos podía haber pasado", ha insistido en la necesidad de llegar a acuerdos con el PP para desalojar a la izquierda del poder que "ha quitado la esperanza a mucha gente".
Con un discurso de marcado carácter nacional, en el que ha habido incluso referencias al candidato de la derecha en Chile, José Antonio Kast, Abascal ha hecho un repaso por todos los desmanes cometidos por el Gobierno de Pedro Sánchez, desde la Ley de Memoria Democrática, a la derogación de los delitos de sedición y malversación, las leyes de género o la toma de la Justicia, para advertir especialmente a su potencial socio de gobierno.
Dejando al margen asuntos más locales o autonómicos, en los que Vox se volcó al inicio de la campaña, Abascal se ha referido también a la inclusión de "44 asesinos" en las listas electorales de Bildu, sin hacer distinción entre "los chivatos y los ejecutores", en uno de los momentos más aplaudidos de su intervención por parte del público.
Aunque Vox podrá defender el próximo domingo una mejora importante de sus resultados con respecto a 2019, cuando no llegaron al 3% de votos, el peso que logre para condicionar acuerdos del PP marcará las negociaciones que puedan abrirse, en las que ya ha advertido de forma insistente "no habrá regalos ni chantajes". La abstención gratuita, incluso si el PP suma más que toda la izquierda junta, queda por tanto descartada.