El Gobierno vuelve a desempolvar la hipotética conjura de la "derecha política, mediática y judicial". Esta ocasión, para defenderse de las acusaciones de compras de votos con varios cargos del PSOE investigados. "Es todo fango", afirman en el núcleo duro del Gobierno, donde arremeten contra los medios que "tergiversan" la realidad.
En el Ejecutivo hay enfado pero, a la vez, sostienen que los escándalos no les pasarán factura. "No creo que afecte", afirman mientras señalan que se trata de escándalos en pequeñas localidades y que en los pueblos donde siempre ha habido casos "similares".
En el entorno de Félix Bolaños justifican que diese el mitin en Mojácar sólo unos días antes de la detención de 2 miembros de la lista del PSOE por tratar de "comprar votos". Fuentes próximas al ministro de Presidencia relacionan su participación en el mitin por su relación de amistad con el candidato, Manuel Zamora, pero descartan que tuviese relación con más personas de la lista.
Sorpresa en Ferraz
En Ferraz también restan importancia a las acusaciones de compra de votos, creen que es algo muy difícil de controlar en localidades pequeñas y apuntan a la estrategia que se ha seguido en Melilla: pedir el DNI cada vez que alguien entregue un voto por correo.
Incluso apuntan a una posible reforma legislativa antes de las generales para que se extienda este modelo y sea más restrictiva entregar un sobre electoral en Correos. En la dirección federal hay cierta preocupación porque se extiendan dudas sobre las garantías de unas elecciones libres.
En las filas socialistas hay cierta sorpresa por ver cómo se levanta el secreto de sumario del secuestro de la edil de Maracena, Vanesa Romero, a sólo unos días de las elecciones.
Los hechos se produjeron el 21 de febrero y durante estos meses el magistrado ha estado investigando al entorno de la alcaldesa, Berta Linares, y su novio, detenido por este caso. El juez ha concluido que el exregidor, Noel López, actual número 2 del PSOE andaluz, pudo actuar como "inductor".