En una noche negra para el PSOE, allí donde las encuestas predecían un resultado muy ajustado la derecha ha ganado de forma más holgada de lo previsto, y en no pocos lugares en los que nadie apostaba por la derrota de la izquierda, esta también ha llegado.
La gran sorpresa de la noche ha sido Extremadura, donde prácticamente ningún sondeo apostaba por un cambio que es cosa hecha cuando el escrutinio supera el 90%: el PP ha logrado 28 diputados y Vox 5, con lo que alcanzan una mayoría absoluta de 33 que nadie esperaba. Además, Guillermo Fernández Vara ha logrado ser el candidato más votado, pero su diferencia con la popular Guardiola es pírrica: apenas un punto.
Quizá no haya sido tan sorprendente, pero hace sólo unas semanas el vuelco político en Aragón sólo era posible si se convencía a alguno de los partidos regionales para que formarse parte de él. Finalmente, el resultado ha sido que PP y Vox han logrado una absoluta incluso holgada: suman 35 diputados –28 y 7, respectivamente– en unas Cortes en las que esa mayoría está en los 34. Azcón gobernará sin ninguna duda, a falta de darle forma a un pacto que, eso sí, sólo podrá ser con los del hasta ahora prácticamente desconocido Alejandro Nolasco.
En la Comunidad Valenciana ha ocurrido algo similar: las encuestas pronosticaban un resultado muy incierto pero la noche electoral ha sido muy plácida para los partidos de derechas: el PP ha logrado un gran resultado con 40 diputados y Vox también ha logrado uno muy bueno con otros 13, la mayoría que logrará el previsible pacto está nada más y nada menos que tres escaños por encima del mínimo para la absoluta. Carlos Mazón también será presidente.
Un resultado casi idéntico al que se ha dado en Baleares, otro feudo en el que los sondeos no dejaban nada claro el resultado final y se suponía que todo iba a quedar muy justo, pero entre los 25 diputados de los populares y los 8 de Vox la mayoría de la derecha está también tres escaños por encima de lo necesario.
También descalabro municipal
En las elecciones municipales no les ha ido mejor a los socialistas: han perdido algunas plazas muy significativas como Sevilla, pero además lo ha hecho de una forma mucho menos ajustada de lo que se pronosticaba: el PP ha ganado las elecciones con una diferencia muy significativa sobre el PSOE, nada más y nada menos que siete puntos, y la mayoría de la derecha en el Ayuntamiento tiene incluso un concejal más de los necesarios.
La derrota en Sevilla, además, no viene sola: a falta de conseguir un pacto con una fuerza local en Jaén, el PP gobernará en todas las capitales andaluzas y en cinco de ellas –Málaga, Córdoba, Granada, Cádiz y Almería– con mayoría absoluta. Una verdadera debacle socialista.
En Barcelona el PSOE no ha perdido una alcaldía que era de Ada Colau, pero no ha logrado una victoria que durante buena parte de la campaña parecía una cosa hecha. Además, la suma con los Comunes de Colau tampoco es suficiente para alcanzar una mayoría y, por tanto, lo más probable es que vuelva a la alcaldía Xavier Trías.
Por último, otra ciudad significativa es la que ha sufrido el polémico alcalde de Valladolid, Oscar Puente, que pierde la alcaldía al lograr PP y Vox una ajustada pero inesperada mayoría absoluta.