Ada Colau está pendiente del recuento definitivo de votos. Sólo 141 papeletas le separan de Jaume Collboni, el candidato socialista. El voto por correo podría revertir el orden en el "podio" municipal. Colau puede pasar de tercera a segunda candidata más votada y en ese caso sería ella la que manejaría las negociaciones y maniobras para tratar de desbancar a Xavier Trias, el candidato más votado.
La dirigente de Barcelona En Común no se resigna a pesar de que todo apunta a que ERC no prestará su apoyo para formar un tripartito que descabalgue a Trias de la alcaldía. Y menos en medio de un contexto marcado por el anticipo electoral decretado por Pedro Sánchez este lunes. El socialista Collboni tiene el encargo de Salvador Illa de explorar todas las opciones para arrebatar la alcaldía al candidato nacionalista, pero en el PSC dan prácticamente por perdida la plaza de Barcelona.
ERC se mantiene firme en su negativa de participar en un tripartito municipal en la capital catalana. Interpreta que su fuerte pérdida de votos en estas municipales (300.000 sufragios menos) se debe a su política de colaboración con los socialistas. Y no están dispuestos a caer en el mismo error. De hecho, el presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, ha apelado a la creación de un frente común de partidos separatistas para hacer frente a un hipotético Gobierno del PP y Vox tras las generales. En la composición estratégica de los republicanos no caben ahora los pactos con los socialistas-
A pesar de ello, Colau no tira la toalla y se manifiesta a favor de explorar cualquier opción a fin de forjar una alianza "progresista" con el PSC, ERC y su formación. Lo que en el entorno de la alcaldesa en funciones dejan claro es que descarta encabezar la candidatura de Sumar en Barcelona para las elecciones generales. Está "centrada" en Barcelona, deslizan sus colaboradores más directos.