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Guía para seguir las negociaciones PP-Vox paso a paso

Las conversaciones podrían darse después de las generales del 23 de julio.

Las conversaciones podrían darse después de las generales del 23 de julio.
Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal en una imagen de archivo. | Cordon Press

La convocatoria anticipada de elecciones generales para el próximo 23 de julio ha hecho saltar por los aires todo el calendario político previsto hasta ese momento. Cuando los partidos todavía se recuperaban de la resaca electoral del 28-M, Pedro Sánchez sorprendía dando por concluida la legislatura, lo que ha trastocado todos los planes.

PP y Vox apenas han podido saborear su triunfo cuando tienen que volver a ponerse en marcha para elaborar las candidaturas nacionales antes del 18 de junio, fecha límite para presentarlas ante la Junta Electoral, además de diseñar una nueva campaña. En paralelo a la contienda, deberán conversar para formar gobiernos autonómicos .

A las diferencias ideológicas entre ambos partidos, se suman sus distintas estructuras y forma de operar a nivel interno. El PP, con todo tipo de contrapesos como las baronías autonómicas, debe lidiar con esa independencia que tienen los líderes regionales a la hora de decidir sus pactos, de ahí que la dirección nacional, al menos formalmente, "no dará ninguna directriz general" a sus territorios. "Que cada comunidad autónoma analice sin prisa y a fondo sus posibles pactos. Tienen libertad", aseguran.

Eso sí, esa "libertad" no quita que desde la cúpula nacional del PP estén "pendientes" de los acuerdos. "No podemos permitirnos otros Gallardos", dicen en referencia al vicepresidente de Vox en Castilla y León, preocupados por algunos de los perfiles del partido de Abascal como el candidato en la Comunidad Valenciana, Carlos Flores.

Algunos barones del PP con posibilidad de gobierno ya han dado pistas de su estrategia. En algunos casos están dispuestos a llegar a una primera investidura sin negociar con Vox para que los de Abascal se retraten: "Impedir un gobierno de la derecha que acabe con el socialismo, supondrá un tiro en el pie para Vox en las generales", sentencian.

Además, los dirigentes autonómicos del PP están convencidos de que tienen que "hacer todo lo posible" por conformar "gobiernos en solitario" en los que no entren miembros de Vox.

Las líneas rojas de cada partido

Los populares también apuntan que son "más partidario" de "ceder en puestos que en ideas". "No queremos que, por ejemplo, en un acuerdo de investidura, se recojan medidas de las que no podamos avergonzar", aseguran en referencia a medidas como el pin parental de Vox, por ejemplo, o la eliminación de todas las leyes de género.

Vox, sin embargo, es un partido que aboga por la eliminación del Estado de las Autonomías y, por tanto, no permite la existencia de baronías en su organización. La dirección nacional capitanea todas las decisiones, aunque tienen equipos regionales que podrán conversar con el PP y que han sido nombrados antes incluso del 28-M para ponerse a trabajar desde el mismo día 29. Aunque gozarán de autonomía, actuarán siempre en coordinación con la cúpula que tendrá siempre la última palabra sobre los acuerdos.

El propio Santiago Abascal explicó en la rueda de prensa posterior a la noche electoral que se trataría de una negociación global. En el partido insisten en que lo prioritario será el cambio de políticas, no de sillones, aunque es inevitable que pueda producirse un intercambio de cromos para cuadrar gobiernos y cargos. Su prioridad confirma los miedos del PP de verse forzado a traspasar sus líneas rojas a cambio de retener o ganar poder para satisfacer las exigencias de Vox.

Los plazos para constituir comunidades y ayuntamientos

Debido a estos obstáculos, las intenciones de Alberto Núñez Feijóo son desarrollar las negociaciones sin prisa alguna, aunque sin dilatarlas de forma artificial en el tiempo, para concurrir a las generales sin la mácula de haber pactado con los de Santiago Abascal, al entender que perderían apoyos por el centro y movilizarían al electorado de izquierdas. Para Vox, llegar a acuerdos con el PP les permite mostrarse útiles, ganar peso institucional y experiencia de gestión, pero al hacerlo en plena campaña les dificulta marcar perfil propio.

Varias comunidades han fijado ya la fecha para la constitución de sus Parlamentos autonómicos en el decreto de convocatoria de elecciones. Centrándonos en aquellos en los que la derecha necesita llegar a acuerdos para gobernar, Murcia lo ha fijado para el 14 de junio, Aragón el 23 de junio, Cantabria el 22 de junio (aunque Miguel Ángel Revilla ha dicho que dejará gobernar al PP sin Vox) y la Comunidad Valenciana el 27 de junio. Baleares y Extremadura no han fijado fecha pero ambas tienen 30 días como plazo máximo para constituirse desde las elecciones, es decir el 27 de junio.

Hasta ese momento, la única negociación que podría urgir a PP y Vox es la de la composición de las Mesas parlamentarias, que incluye tanto su composición como la presidencia de la Cámara. Se trata de un órgano importante ya que decide sobre la tramitación de las propuestas legislativas, por lo que el peso que tenga cada partido es determinante para el desarrollo de la legislatura.

PP y Vox podrían sellar acuerdos tras las generales

Sin embargo, la investidura de los presidentes autonómicos, así como la configuración de los gobiernos, puede retrasarse en todos los casos hasta después de las elecciones generales. Pero, más allá de los acuerdos parlamentarios que puedan alcanzar, la baza electoral del PSOE de señalar al PP como socio de la "ultraderecha" no serviría.

En cuanto a los Ayuntamientos, deberán constituirse el próximo 17 de junio y es segura la elección de alcalde siempre que haya un candidato que sea el más votado. En ciudades como Sevilla, Valladolid o Palma de Mallorca en las que PP y Vox deben pactar para gobernar, es posible que esos acuerdos de gobierno lleguen después de que ya haya salido elegido el alcalde, y una vez transcurridas las elecciones generales.

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