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Inés Arrimadas anuncia que deja la política en una rueda de prensa autocomplaciente y sin preguntas

La ya exportavoz de Cs en el Congreso dice que mantiene "su compromiso con España" y augura que la mejor hora del país "está por venir".

La ya exportavoz de Cs en el Congreso dice que mantiene "su compromiso con España" y augura que la mejor hora del país "está por venir".

La portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados y anterior líder de la formación centrista, Inés Arrimadas, ha anunciado este jueves –en una comparecencia en la que no ha admitido preguntas de la prensa– que deja la política, si bien mantendrá su "compromiso con la España en la que creo, porque los principios se pueden defender desde las instituciones o desde fuera de ellas".

Arrimadas comenzaba su intervención explicando por qué Cs no concurrirá a las elecciones generales del 23 de julio, indicando que esta es una decisión que "no solo comparto plenamente, sino que he defendido con firmeza": "Es una decisión difícil, pero es la decisión más responsable para España y la más inteligente para el espacio de centro-liberal".

Acto seguido, arrancaba con el motivo principal de su comparecencia: "He decidido poner fin a mi etapa política e iniciar una etapa al margen de ella". "La política debe ser sólo una etapa en la vida de las personas, y todas las etapas empiezan y acaban", agregaba.

Discurso antinacionalista y con poca autocrítica

La antigua líder de Cs decía que ha dedicado "los mejores años de mi vida a servir a mi país" y que "no hay mayor honor que representar a millones de españoles en un periodo crucial de la historia de España". En el capítulo de agradecimientos, mencionó a Albert Rivera, al diputado Guillermo Díaz, a su equipo, a los compañeros del Congreso y a los del Parlamento de Cataluña. Con respecto a esta región, ha dicho que su formación fue la que "rompió el silencio y se enfrentó por primera vez con éxito al régimen nacionalista". "La única vía es hacerle frente sin complejos, desmontando sus mantras y sin sucumbir a la tentación del apaciguamiento", ha añadido.

Arrimadas alabó a su partido por "cambiar el gobierno de Andalucía", "formar un grupo de liberales españoles en el Parlamento Europeo" o "gobernar en muchos lugares de España". También subrayó que Cs subió "el listón de limpieza y de ética" y que sacó adelante "reformas que parecían imposibles". De sus apoyos puntuales al Gobierno de Sánchez y, sobre todo, la moción de censura en Murcia, no dijo nada. No se le ha podido preguntar sobre ello ni sobre el posible ofrecimiento del PP para engrosar sus filas porque, como ya se ha apuntado, la jerezana no admitió preguntas.

Finalmente, señaló que las elecciones del 23F se celebrarán en "un momento crucial para el futuro de nuestro país", que sigue "soñando con vivir en una España de ciudadanos libres e iguales" y manifestó su "compromiso con la España en la que creo porque los principios se pueden defender desde las instituciones o desde fuera de ellas. Todos hacemos España, todos construimos España, porque todos somos España". "La mejor hora de España está por venir", concluyó.

Auge y caída de su vida política

Arrimadas se afilió a Cs en 2011 y entró en las listas de Barcelona un año después, consiguiendo un escaño como diputada en el Parlamento de Cataluña. En 2015 fue nombrada portavoz del partido en la cámara autonómica y, en las elecciones de ese mismo año, obtuvo 25 diputados y se convirtió en la líder de la oposición; en 2017, ganó las elecciones, consiguió 36 escaños y descartó la opción de intentar conformar un gobierno; en 2019, dio el salto a la política nacional, fue elegida diputada y, después de que Albert Rivera dejara Cs –el partido pasó de tener 57 a 10 diputados el 10N–, lideró el partido tras enfrentarse a Francisco Igea en primarias.

La moción de censura de Murcia en 2021 aceleró la decadencia de Cs, desapareciendo en la Comunidad de Madrid y en el Parlamento de Andalucía, y quedando únicamente el citado Igea en Castilla y León. Tras la debacle andaluza, impulsó la refundación del partido y apoyó la candidatura de Patricia Guasp. En las elecciones municipales y autonómicas del 28M, los naranjas certificaron su muerte política: obtuvieron cerca de 300.000 votos, un 1,35% del total.

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