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El PP entra al juego: se ofrece para echar a Bildu y pide al PNV los Ayuntamientos de Laguardia y Labastida

Los resultados de las elecciones municipales y autonómicas dan al PP la posibilidad de vetar los gobiernos de Bildu.

Los resultados de las elecciones municipales y autonómicas dan al PP la posibilidad de vetar los gobiernos de Bildu.
Europa Press

El PSOE no sabe cómo librarse ahora del mismo Bildu al que le ha dado todo durante más de cuatro años. Bildu reclama el apoyo del PSOE para quedarse con los Ayuntamientos de Vitoria y Pamplona y la Diputación de Guipúzcoa. PNV —con su marca navarra, Geroa— apoya a Bildu en Pamplona, pero busca echarlos de Vitoria, donde también es decisivo el voto del PSOE. Y ahora se mete en el juego el PP. Lo primero para confirmar lo que ya anunció en campaña: que haría todo lo posible para que Bildu no llegue a ninguna plaza. Pero, claro, en ese ‘todo lo posible’ va incluido el apoyo al PNV en muchos de los municipios. Y el PP quiere que esa actitud sea reconocida con dos ayuntamientos donde PNV tiene que decidir si se los da al PP o a Bildu: Laguardia y Labastida.

El PP vasco de Carlos Iturgaiz tiene claro que dará "gratis sus votos" para que Bildu no gobierne ayuntamientos ni diputaciones. Desde las filas populares insisten en que eso es ya un hecho: en cada plaza donde se necesite el voto del PP para que no coja poder Bildu, ese voto está automáticamente adjudicado. Pero sí quieren que ese comportamiento sea reconocido. En primer lugar, teniéndoles en cuenta en los Gobiernos, con posible presencia. Y, en segundo lugar, por medio de la abstención del PNV en dos plenos de investidura: el de Laguardia y el de Labastida.

En Laguardia las elecciones del 28-M han tenido el siguiente resultado: PP, 4 concejales; PNV, 3; y Bildu, 2. Justo el mismo resultado que en Labastida: PP, 4; PNV, 3; y Bildu, 2. De ese modo, la abstención del PNV dejaría el gobierno local en manos de la lista más votada que allí es la del PP.

Pero eso implicaría, a su vez, que el pacto que reitera Arnaldo Otegi con Pedro Sánchez estaría saltando por los aires. Porque, según Otegi, tanto él como Sánchez se han comprometido a que gobierne donde pueda la fuerza progresista más votada. Y si el PSOE pacta con el PNV lo estaría haciendo con quien va en dirección contraria de esta consigna.

Sea como sea el tiempo se acaba para el 23 de julio de las elecciones generales anticipadas y, aún más, para el 17 de junio en el que tienen que estar formados, sí o sí, los equipos de gobierno municipal en toda España. Y en Navarra y el País Vasco Bildu ha exigido ya a Sánchez que cumpla su parte del pacto y le entregue el control, entre otros, de la alcaldía de Pamplona y de Vitoria. Sánchez sabe que esa entrega le retrata por completo como un partido títere de Bildu. Y el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, le ha devuelto toda una amenaza: "El que no respete" los pactos alcanzados "no va a hacer un buen negocio".

Tres plazas se perfilan como el escenario principal de juego entre Bildu y el PSOE. Uno de ellos es el Ayuntamiento de Vitoria, donde Bildu ha sido la primera fuerza. Otro es el de Pamplona, donde los proetarras son la segunda fuerza por debajo de UPN. El tercero es la Diputación de Guipúzcoa, donde, de nuevo, el partido de Otegi es la primera fuerza.

Pero en los tres focos de poder, EH Bildu necesita del respaldo del PSOE de Pedro Sánchez. Y Otegi tiene claro que, por el momento, ese es el precio para el pago del pacto entre EH Bildu y el PSOE. Ahora el PP entra en el juego y suma más presión contra Bildu.

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