Tres meses de trabajo para acabar abandonando su cosecha de sandías porque no ha conseguido que se las compre ninguna empresa. Manuel se queja de que prefieren traerlas de Marruecos y Senegal. Por eso ha decidido regalarlas, y no son pocas: 100.000 kilos. Hoy sigue llegando gente a recoger lo que queda. Durante el fin de semana se han llevado 80.000 kilos. Hay quien ha decidido pagarle y con ese dinero limpiará los invernaderos. Ha invertido tiempo y dinero y las pérdidas son muy altas. Dos de cada tres sandías que se consumen en España provienen de Marruecos y Senegal.