Madrid, Valencia, Granada, Almería... Las manifestaciones de los funcionarios de Justicia para reclamar una mejora de sus condiciones laborales se extienden este miércoles por toda España. También frente al Ministerio de Justicia, donde el comité de huelga formado por UGT, CCOO, CSIF y STAJ (el Sindicato de Trabajadores de la Administración de Jusiticia) permanece encerrado desde anoche en protesta por la ruptura unilateral de las negociaciones por parte del interlocutor del Gobierno, el secretario de Estado Tontxu Rodríguez.
"Seguiremos encerrados en el Ministerio hasta que dejen de reíse de nosotros. No nos vamos a mover de aquí hasta que venga alguien con capacidad de diálogo, porque lo que hicieron ayer fue un insulto. Se cachondean de nosotros y este señor no estuvo a la altura", sentencia visiblemente indignado Manolo Moreno, portavoz del sindicato independiente CSIF en el mencionado comité. Según los funcionarios, el número 2 de Pilar Llop, se levantó de la mesa "de forma abrupta, con actitud desafiante y caprichosa", emplazándoles a dejar en suspenso cualquier conversación hasta que pasen las elecciones generales del próximo 23 de julio, a fin de garantizar "un ambiente sosegado" hasta entonces.
Un Gobierno "clasista"
"Si querían un ambiente sosegado, que se lo hubieran ganado antes, porque llevamos mes y medio y no se ha negociado nada. Es más, empezamos antes que los jueces y a ellos sí les han hecho caso, por eso decimos que este Gobierno parece clasista, porque solo se sienta con la élite de la administración", denuncia Moreno en declaraciones a Libertad Digital. De hecho, lo que piden -además de una reorganización de funciones- es una subida salarial de entre 350 y 430 euros brutos al mes, en la línea de lo que han logrado en lo últimos meses los letrados de Justicia y los jueces y fiscales. Sin embargo, a diferencia de estos colectivos, los más de 45.000 funcionarios repartidos por toda España aún no han recibido una oferta del Minsterio de Pilar Llop.
"Siempre hemos dicho que es una propuesta para empezar a hablar, pero aquí lo que se nos está negando y lo que se nos negó ayer fue cualquier tipo de negociación por la mera razón de una convocatoria de elecciones generales -insiste el portavoz de CSIF- Y estamos ante un conflicto abierto desde abril, por lo que entendemos que ha habido tiempo más que de sobra y no les ha importado".
En este sentido, el comité de huelga se muestra sorprendido por la falta de coherencia de un presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que lleva cuatro años "defendiendo ante la opinión públlica y ante la patronal la importancia del diálogo social". Por eso, le apelan directamente a él, a quien ya han enviado "dos escritos sin respuesta alguna", para que tome ahora cartas en el asunto y designe un interlocutor que esté a la altura de las circunstancias.
El impacto de la huelga
Según los cálculos de CSIF, la huelga de funcionarios de Justicia ha provocado ya la suspensión de más 700.000 juicios y 40 millones de trámites, por lo que lo que más les sorprende es el desprecio con el que el secretario de Estado ha liquidado las negociaciones: "Ayer alucinamos con lo poco que le importa al Gobierno que el conflicto esté afectando a tantísima gente. Y ya no estoy hablando de los trabajadores, sino de los ciudadanos y los profesionales que se están viendo arrastrados por todo esto".
Con todo, advierten al Ejecutivo de que si lo que busca es un "ambiente sosegado" de cara a la campaña electoral, lo que se puede encontrar es una sorpresa en las urnas. "Nosotros somos 45.000 funcionarios, todos ya mayorcitos, y cada uno con su familia, pero es que, además, esto está afectando a muchísima gente... ¿De verdad creen que no va a tener impacto en las elecciones? -se pregunta Moreno-. Nosotros ya estamos haciendo un esfuerzo tremendo, porque ya saben que las huelgas son muy costosas para quien las secunda, así que ahora no vamos a parar, porque lo que queremos es un acuerdo con plenas garantías".
Así las cosas, se mantienen los paros, las concentraciones y el encierro del comité de huelga en el Ministerio de Justicia, donde esta noche ya han dormido en el suelo. "Por la mañana, algún alma caritativa nos ha traído un café y vamos comiendo cosas de una máquina que hay por aquí, pero vamos, después de todo lo que llevamos, esto es lo de menos, así que por esto no vamos a parar", advierte.