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Vox se prepara para no ser arrinconado por el bipartidismo: "Pretenden hacernos una pinza"

Abascal multiplica sus apariciones públicas a semanas del 23-J para contrarrestar a Sánchez y Feijóo.

Abascal multiplica sus apariciones públicas a semanas del 23-J para contrarrestar a Sánchez y Feijóo.
El líder de Vox, Santiago Abascal, en rueda de prensa desde la sede nacional del partido en Madrid. | EFE

El bipartidismo de PP y PSOE aspira a recuperar posiciones el próximo 23-J. Después de casi una década compartiendo protagonismo con las nuevas formaciones que capitalizaron el malestar generado por el deterioro de la política, ambos intentan ahora imponer su antigua hegemonía para deshacerse de aliados incómodos.

Un ninguneo contra lo que Vox va a rebelarse para evitar perder influencia. "Quieren hacernos una pinza pero debemos hacernos fuertes y sacar cabeza", señalan fuentes del partido que avanzan una campaña muy dura en la que PP y PSOE van a ir al cuerpo a cuerpo para intentar concentrar el voto a derecha e izquierda.

A la espera de saber el peso que puede tener Sumar, la formación de Yolanda Díaz, el principal damnificado por el duelo que van a librar Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo durante la contienda es Santiago Abascal. Como tercera fuerza política aspira, al menos, a renovar la confianza que cosechó en 2019 y, si es posible, mejorarla. Un objetivo que sus principales adversarios no van a ponerle fácil.

Aunque Vox no se prodiga en los medios, lo ocurrido en abril hace cuatro años les enseñó una importante lección: la falta de proyección pública penaliza mucho en las urnas. Aunque las redes sociales son su principal apuesta, la ausencia de Santiago Abascal en los debates políticos y las pocas entrevistas concertadas, contribuyeron a un importante recorte de las expectativas hasta dejarles en 24 escaños.

Aprender de los errores

Para evitar que se repita lo ocurrido, Vox ha decidido incrementar las apariciones de Santiago Abascal y no limitarlas a los mítines de campaña. En apenas una semana, ha concedido tres ruedas de prensa, (la segunda en Budapest junto al húngaro Viktor Orban), y su entorno señala que esta será la tónica a partir de ahora, por lo que le veremos más veces ejerciendo de portavoz los lunes en lugar del vicepresidente político, Jorge Buxadé.

La falta de actividad parlamentaria también empuja al partido a optar por esta fórmula, aunque Vox viene quejándose desde el principio de la legislatura de las pocas ocasiones que ha tenido Abascal para preguntar en la sesión de control a Sánchez: una vez cada tres semanas. Esta crítica la repitió también el lunes al asegurar que siendo la tercera fuerza de España han tenido el mismo espacio que partidos con apenas 5 diputados.

Para Vox, la prueba de que PP y PSOE tienen intenciones de imponerse a codazos en la campaña y no dejar hueco al resto, es la oferta hecha por Pedro Sánchez para celebrar seis cara a cara con Alberto Núñez Feijóo. Opción ya ha sido descartada por el líder popular, que sí está dispuesto a mantener al menos uno. "Hay quienes no se han dado cuenta de que España ha cambiado", dijo en tono muy crítico Abascal, reprochándoles "no haber aceptado la realidad".

Abascal dijo que no se trata de que haya una importante oferta de partidos políticos sino de que "hay millones de españoles que votan a otras formaciones" y que, previsiblemente, van a seguir haciéndolo. De hecho, para algunos electores, sobre todo los más jóvenes, ser excluido por los principales partidos del sistema es uno de los mayores atractivos, por lo que PP y PSOE corren también el riesgo de acabar impulsando al que pretenden desinflar.

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