
El Gobierno ha nombrado a la ex ministra de Justicia y ex Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, como nueva fiscal de Memoria Democrática pese a la oposición de las asociaciones de fiscales y del Consejo Fiscal que ponen en duda su imparcialidad, debido a su cargos anteriores, y por estar al frente de un puesto en el que su pareja, el exmagistrado Baltasar Garzón, es especialista.
La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha evitado anunciar esta designación al principio de la rueda de prensa pese a que la tónica habitual es hacer una relación de los nombramientos aprobados por el Consejo de Ministros.
También ha renunciado a anunciar el resto, como pueden ser los Delegados del Gobierno en Murcia o Galicia, para evitar dar una sensación de estampida de altos cargos hacia las listas. Cuando los periodistas le han preguntado por qué no los anunciaba, Rodríguez ha buscado una excusa peregrina: "No quiero cometer ningún error en su lectura". La portavoz ha emplazado a los periodistas a conocer los nombramientos en un resumen de prensa que se cuelga en la web de Moncloa por la tarde
Delgado al frente
Rodríguez sí ha reconocido que el nombramiento de Delgado se ha producido "en esa sala" de nueva creación tras la ley de Memoria Democrática pactada con Bildu. "El Gobierno actúa en la potestad que le corresponde conforme a esa ley que viene a atender a esas víctimas", ha añadido tras defender la norma redactada por el equipo de Bolaños.
La portavoz del Gobierno ha añadido que el nombramiento de Delgado "no supone un ascenso en su carrera", ya que viene de la carrera fiscal. "Es un proceso transparente", ha añadido pese a la oposición de las asociaciones de fiscales y del Consejo Fiscal que se han quejado por el procedimiento de Álvaro García, fiscal general del Estado.