
El núcleo duro de Carles Puigdemont dosifica los mensajes a tres días para la constitución de la Mesa del Congreso. Con cuentagotas, los afines al prófugo deslizan mensajes sobre las negociaciones para la elección de los miembros del órgano rector de la cámara baja y para una hipotética elección de Pedro Sánchez. Este lunes, abrió tanda el propio expresidente catalán con un mensaje en la red social X en el que recomendaba "paciencia, perseverancia y perspectiva" y constataba que conforme se acerca la primera meta volante, el próximo jueves 17, "crece el nerviosismo y sube la subasta".
Mucho menos enigmático se ha mostrado el que fuera su exconsejero de Interior durante el golpe de Estado, Joaquim Forn, quien ante los micrófonos de la emisora oficial de la Generalidad, Catalunya Ràdio ha afirmado que "la amnistía no es el punto de llegada, sino el de partida".
Forn, uno de los encarcelados y luego indultados por el golpe de Estado, ha señalado que "es evidente que la amnistía no resuelve el conflicto político que nosotros tenemos con el Estado". En el independentismo crece el convencimiento de que el líder socialista está dispuesto a promover la tramitación de una ley de amnistía en el Congreso para facilitar la impunidad de Carles Puigdemont, a quien el Tribunal Supremo ha procesado por desobediencia y malversación agravada al haber decaído el delito de sedición tras la reforma del Código Penal pactada entre el Gobierno y ERC. Pero consideran que dicha ley debe tener un efecto más amplio y alcanzar a los encausados por delitos posteriores al golpe y relativos no sólo a la organización del referéndum ilegal del 1-O (por el que está procesado, entre otros, uno de los negociadores de ERC, Josep Maria Jové) sino a los que cometieron delitos violentos tras el otoño de 2017.
Así, Forn ha manifestado que esa ley debería servir para solucionar la situación de otros encausados, unos cuatro mil según sus cálculos. Sin embargo, la amnistía no sería suficiente para Junts. Así, y en línea con lo manifestado este fin de semana por el diputado autonómico y portavoz del Consell de la República, Antoni Castellà, sería necesario negociar la autodeterminación. "El 1 de octubre la gente no fue a votar para la amnistía, sino para otra cosa", ha dicho al respecto Forn, apartado de la primera línea de la política en Junts, pero vocal de la entidad separatista Òmnium Cultural.
Rencor contra los agentes que frenaron el 1-O
La reivindicación de amnistía y ese olvido sobre los delitos separatista no es incompatible para los independentistas con la exigencia de responsabilidades por la actuación policial para contener el golpe. En este sentido, Forn ha asegurado que "me interesa saber quién es el responsable de todas aquellas agresiones a la ciudadanía".
En cuanto al curso de las negociaciones, Forn ha recomendado, en la línea de su jefe en Waterloo, paciencia. "Tres días es mucho tiempo" y "quienes están negociando están haciendo su trabajo", ha recalcado.