PSOE y Sumar trabajan sin descanso para amarrar la mayoría necesaria que les permita investir presidente a Pedro Sánchez. Todo pasa por convencer a Junts amnistiando a los golpistas del 1-O y en ello se está volcando el partido de Yolanda Díaz, que ya prepara el terreno para convencer a la opinión pública de que "la amnistía tiene encaje constitucional", apelando de paso al TC de Cándido Conde Pumpido para que avale sus planes.
En paralelo a los contactos de Alberto Núñez Feijóo, al que auguran un fracaso en sus aspiraciones, los partidos que forman parte del gobierno en funciones negocian con Junts para conseguir el apoyo del prófugo Carles Puigdemont. Después de que la portavoz de Sumar, Marta Lois, dejara ayer entrever que la amnistía podría formar parte de las concesiones, este jueves el dirigente de este mismo partido, Ernest Urtasun, ha defendido abiertamente que esta figura "tiene encaje constitucional".
"Hay un debate doctrinal sobre el encaje constitucional de la amnistía, nosotros estamos convencidos de que tiene encaje constitucional", ha dicho en declaraciones a TVE donde ha desvelado incluso que ya tienen un equipo formado por 20 personas para hacer posible que "la amnistía salga adelante".
Declaraciones que enlazan con la apelación hecha por el propio presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, cuando dijo el pasado martes desde Moncloa que "le corresponde al TC decidir qué es constitucional", al ser preguntado por la amnistía y su posible concesión a los golpistas para lograr su apoyo, sin descartar que forme parte de las negociaciones.
Urtasun ha defendido incluso amnistiar a "alcaldes y personas de la sociedad civil" afectados por procesos judiciales derivados del 1-0 porque "ya estamos en disposición de poder dar un paso adelante" y "dejar atrás todas las causas penales de lo que fue un conflicto político", sin restringirlo sólo a "los que viven en Bruselas", en referencia al prófugo Puigdemont.
Entre las últimas concesiones hechas por PSOE y Sumar a los separatistas está la de cederle diputados a ERC y Junts para que puedan formar grupo propio en el Congreso, a pesar de no cumplir los requisitos que exige el Reglamento, como llegar al 15% del voto en las circunscripciones por las que se presentan. De esta forma, ambos partidos podrán ver engordar sus arcas gracias a las subvenciones que van a recibir por tener grupo parlamentario.