Pedro Sánchez ha reaparecido tras una semana convaleciente por el COVID que le ha impedido acudir a la cumbre del G-20. Ante la plana mayor de la CEOE, el presidente del Gobierno en funciones ha aprovechado para recordar que, ante la decisión del fondo saudí de comprar el 9,9% de Telefónica, el Gobierno cuenta con "instrumentos" para proteger "la soberanía nacional" y "sus intereses estratégicos".
Sánchez ha mencionado las "tecnologías críticas" en el ámbito "de la seguridad y la pandemia" en los que la multinacional española juega un papel clave. El mensaje del presidente del Gobierno en funciones llega 9 días después de la decisión del príncipe heredero saudí de convertirse en el primer accionista de Telefónica. Durante estos días, el silencio gubernamental ha sido criticado por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que pidió vetar a los inversores extranjeros.
El líder del Ejecutivo en funciones le ha dejado un mensaje velado cuando ha defendido que "algunos solo se acuerdan" de "la autonomía estratégica" cuando "parte de una empresa nacional es comprada por una extranjera" pero que "preocupa y ocupa" a su Gobierno.
Una defensa a ultranza de la gestión de la vicepresidencia económica, Nadia Calviño, y una de las ministras del sector socialista. "La legislación española es una de la más rigurosa de Europa, la reformamos durante la pandemia y la volvimos reformamos este verano y lo que hace es reforzar los mecanismos de control", ha afirmado como aval de la ministra de Economía criticada desde el socio minoritario.
Críticas a Feijóo
El presidente del Gobierno ha aprovechado para criticar "la actitud nociva" del líder del PP por hacernos "perder el tiempo" y "paralizar el país". "Parece más empeñado en impedir una investidura que en lograr la suya", ha afirmado sobre Alberto Núñez Feijóo. Sánchez ha aprovechado para postularse ante la cúpula de la CEOE como candidato si "no prospera la investidura" del líder del PP.
"Me voy a dedicar en cuerpo y alma a lograr una investidura auténtica", ha afirmado mientras ha prometido que se dedicará en "dialogar" para dar "estabilidad al país" con un "proyecto conciliador" e incluso, obviando la ley de amnistía, ha asegurado que será "en la letra y espíritu con la Constitución". "Un proyecto que mirará a los próximos meses y a los retos que tenemos para las próximas década", ha sentenciado.