
Tras las elecciones del pasado 28 de mayo, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha renovado este sábado sus órganos de Gobierno, en los que el PP pasa a tener un mayor peso, al erigirse como el partido más votado, y se hace con la presidencia. Así, la alcaldesa de Jerez de la Frontera, María José García-Pelayo, ha tomado el relevo al alcalde de Vigo, Abel Caballero.
Sin embargo, los socialistas han acusado a los Feijóo de incumplir los estatutos del organismo en las candidaturas presentadas y han impugnado el proceso de elección de las mismas. Según el comunicado hecho público por el PSOE, los populares habrían "infringido hasta dos de los artículos referidos a las candidaturas a la Junta de Gobierno y al Consejo Territorial", que indican que ninguna persona "podrá presentarse en más de una candidatura".
En concreto, denuncian que habrían incumplido el artículo 31 sobre la composición y elección de las Vocalías de la Junta de Gobierno (Capítulo III) en su apartado 3.a, que establece que "se presentarán candidaturas cerradas que incluirán un máximo de veintidós personas" y que "ninguna de ellas podrá presentarse en más de una candidatura".
Además, consideran que la confección de la lista de los populares también incurre en el incumplimiento del artículo 26 sobre la composición y elección de los miembros del Consejo Territorial (Capítulo II) en su artículo 26.b.1, que indica que "las candidaturas será cerradas e incluirán un máximo de 61 personas" y que, una vez más, subraya que "ninguna de ellas podrá presentarse en más de una candidatura".
Estos estatutos están vigentes desde su aprobación en el anterior Pleno de la FEMP, el 21 de septiembre de 2019. Fuentes de la FEMP han que el alcalde de Fuenlabrada ha advertido de que un nombre supuestamente se repetía en dos candidaturas, pero han insistido en que la Mesa lo ha debatido y finalmente la elección prevista ha salido adelante sin mayores incidentes.
Con todo, en el acto de clausura, la nueva presidenta, María José García-Pelayo, ha lamentado profundamente "el final en el que se ha producido", y ha dicho que "lo que no esperan los ciudadanos de nosotros no es bronca, sino que seamos útiles, que demostremos que la política sirve realmente para algo". Así ha asegurado que trabajará por mejorar la vida de la gente, dialogando y consensuando, y que los dirigentes de la FEMP serán "justos y equilibrados".