La celebración del acto central de la Fiesta Nacional ha vuelto a tener, un año más, dos caras. Una simpática y agradable, llena de aplausos, vítores y alabanzas, de la que han disfrutado sus Majestades los Reyes de España. También la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, vestida con uniforme de gala del Ejército de Tierra, que llevaba dos años sin asistir por su estancia educativa en Gales, y a la que el público tenía muchas ganas de volver a ver.
El lado negativo volvió a ser para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que un año más fue pitado y abucheado por la ciudadanía, que le mostró su malestar por sus políticas. En cuanto se ha colocado en línea de autoridades han empezado también los gritos de reprobación, entre los que se escuchaban consigna como 'que te vote Txapote', '' o 'fuera, fuera'.
Esta vez Sánchez no utilizó las tretas de otros años para tratar de esquivar los abucheos, más allá de alejar unos metros extra al público asistente para que no entrase con tanta fuerza la música de viento en las televisiones y radios. Hay que recordar que hace un año llegó a saltarse el protocolo, haciendo esperar a Felipe VI dentro de su coche, para tratar de evitar los pitos. Hace dos, utilizó el truco de sincronizar su llegada con la del Monarca. Ninguno de sirvió de nada.