La última vez que el presidente de Castilla la Mancha, Emiliano García Page, se plantó ante Pedro Sánchez y el resto de barones fue en Zaragoza en septiembre de 2022. Se trató del Consejo Político Federal donde no expresó ninguna queja y sí varios parabienes a su partido. Todo parecía un mar de calma interna, un cierre de filas en torno al presidente del Gobierno para encarar el super año electoral de 2023.
Cuarenta y ocho horas después, Page salió en una entrevista con el diario El Mundo criticando las "compañías" de Sánchez y augurando un "castigo" para el partido. Al barón castellano manchego no se le volvió a ver por ningún órgano interno durante un año. Al resto de Comités Federales excusó su asistencia por motivos como un viaje a Bruselas o la muerte de un amigo y ganadero albaceteño.
La venganza se sirve en Ferraz
En el PSOE se estaba gestando un malestar continuo por sus declaraciones contra Sánchez y sus socios. Una venganza que se sirvió en frío este sábado cuando Page volvió a un Comité Federal. Durante días, calentó su presencia asegurando que iría y hablaría en contra de la amnistía que Sánchez está negociando con los separatistas. El Secretario general del PSOE optó por no esperarle y, tras 46 minutos de perorata, cogió y defendió la medida como "única vía" para seguir en el Gobierno.
Sánchez defendió "hacer de la necesidad, virtud". Es decir, aprovechar su exigua minoría para alcanzar el Gobierno y, de paso, presentar el perdón a Puigdemont como "contribución a la normalización política en Cataluña". El discurso fue aplaudido hasta la extenuación por parte de un PSOE que necesita mantener el Gobierno nacional tras haber perdido siete ejecutivos autonómicos.
Cinco horas con Emiliano
Un cierre de filas total que evidenciaban varios barones territoriales. "Valiente", decían en uno de los pocos Ejecutivos autonómicos que mantienen los socialistas. Otras federaciones, despojadas ya del Gobierno, aplaudían que se "acabase con los eufemismos", que les llevó a no pronunciar la palabra amnistía durante los últimos tres meses. De las dudas ,que no pocos tenían hace unas semanas, se ha pasado a la euforia porque saben que Sánchez no se lanzaría a la piscina de la concreción si no tuviese el pacto más que amarrado.
Tras el discurso de Sánchez, más de 30 personas del Comité pidieron la palabra. Los primeros en hablar fueron los candidatos a las elecciones gallegas y vascas, Ramón Besteiro y Eneko Andueza. Tras sus discursos, llegó el turno más esperado: el de Emiliano García Page. Lo que no pocos le reprochan es que sea "más duro en sus intervenciones fuera" que dentro. Una tónica que, según muchos en el PSOE, volvió a producirse este sábado.
Un chorreo contra Page
El barón castellano manchego comenzó su discurso haciendo un análisis de los resultados electorales y asegurando que los resultados del PSOE "tienen un peso alto los pactos con los independentistas". Lo siguiente fue expresar su oposición a la amnistía añadiendo que no hay garantías de que los separatistas "no renuncien al punto de partida".
Lo siguiente fue un "chorreo" contra Page. Nadie osó poner en duda el perdón a Puigdemont y sí que, en cambio, aprovecharon para atizar al presidente castellano manchego. "Para una vez que viene", afirmaba uno de los críticos. El más duro fue el secretario general de los socialistas gallegos, Valentín González Formoso, quien le acusó de "desleal" y de estar "tarde y noche" hablando en contra de Sánchez.
En total, más de 20 intervenciones con algún tipo de referencia a Page. Al líder del PSdeG se sumó el exalcalde de Valladolid, Óscar Puente, que también fue "contundente" contra el manchego. La crítica unánime era que "comprase los marcos" de la derecha a la hora de criticar al PSOE. "Es consciente que es la única voz discordante y va a tener que asumir eso", sentenciaban en otra federación. "Ha servido para ver la proporción entre el altavoz que reciben determinadas posiciones y su representatividad real en el partido", celebraba Puente a su salida.
No cambiaré
Lo que quedó claro en el Comité es que no hay un sector crítico, ni la amnistía es una medida impopular en el seno del partido más allá de históricos como Guerra, González o Page. La gran mayoría está con Pedro Sánchez y respaldan el dilema que planteó. "O amnistía o Gobierno de Feijóo con Abascal", sentenciaban algunos de los presentes.
Pedro Sánchez volvió a tomar la palabra para cerrar el Comité. El secretario general optó por no hacer leña del árbol caído y no hizo ninguna referencia a Page. Ya había recibido lo suyo. Su intervención final fue una "reflexión" asegurando que o hacen la amnistía o no la hará nadie y aprovechó para cargar contra la derecha.
A su salida, Page se reivindicaba. Aseguraba que no había encontrado argumentos para cambiar de opinión y que "se lo esperaba". Tampoco quería pronunciarse sobre el sentido de su voto en el plebiscito interno que ha montado Sánchez. "Tardará en volver", ironizaba uno de los sanchistas que acudió al Comité Federal. La cuestión es si tardará en volver un año a un órgano interno del PSOE.