Pedro Sánchez ha sido investido presidente del Gobierno en el Congreso, en primera votación, con una mayoría absoluta de 179 votos de PSOE, Sumar, Junts, ERC, PNV, Bildu, BNG y CC, que se han impuesto a los 171 de PP, Vox y UPN. Su reelección da paso a una etapa repleta de incertidumbres en nuestro país que vendrá marcada por la división y el enfrentamiento que propician la Ley de amnistía y los referéndums exigidos por sus socios separatistas.
"Escucharé todas sus demandas", afirmaba Sánchez cuyo acuerdo con Bildu sigue sin conocerse. El candidato socialista también dejaba la puerta abierta a una interpretación a la Constitución favorable a los separatistas." Las normas deben interpretarse con arreglo al espíritu vigente", quien elogiaba la Carta Magna por "su capacidad de adaptación a una realidad que es mutable, cambiante, con el paso del tiempo". La portavoz de Otegi se lo agradeció asegurando que "hoy todo no ha hecho más que empezar" y exigió "un referéndum como el de Escocia".
Unas amenazas que se extendieron durante todo el miércoles. Nogueras advirtió a Sánchez que "no debe tentar la suerte" y estará obligado a cumplir lo pactado, mientras Rufián le advirtió que "no hay alternativa" a cumplir con los separatistas. Desde el PNV, Aitor Esteban, que volaba los puentes con el PP amenazando con desvelar lo que le había ofrecido Feijóo.