Tras una legislatura plagada de escándalos, Irene Montero se despedía este jueves del Gobierno en una sesión de investidura en la que la imagen de la hasta ahora ministra de Igualdad y su fiel escudera Ione Belarra reflejaba a la perfección la soledad de un Podemos completamente anulado por Sumar.
"Gracias de corazón a quienes hoy decís #GraciasIreneGraciasIone. Juntas y sin ponernos de perfil, sabemos que transformar este país merece la pena. Lo hemos dado todo, y a pesar de las feroces resistencias… lo mejor está por venir", escribía Montero en su cuenta de X, antes Twitter. Sin embargo, lo cierto es que su futuro político está en estos momentos en el aire.
Gracias de corazón a quienes hoy decís #GraciasIreneGraciasIone. Juntas y sin ponernos de perfil, sabemos que transformar este país merece la pena. Lo hemos dado todo, y a pesar de las feroces resistencias… lo mejor está por venir 💜💪🏼
— Irene Montero (@IreneMontero) November 16, 2023
Te quiero, @ionebelarra pic.twitter.com/mz1QZr4N2v
Descartada su repetición al frente de Igualdad, muchos contemplan la posibilidad de que sea la cara visible de Podemos para las elecciones europeas de 2024, a las que la formación morada estaría estudiando concurrir en solitario tras anunciar su ruptura con Sumar. Si no, siempre tendría un hueco en Canal Red, la televisión fundada por Pablo Iglesias, aunque con escaso éxito por ahora. Pero si no quisiera trabajar, la hasta ahora ministra podría quedarse de brazos cruzados durante dos años, ya que podría acogerse a la indemnización de cese por altos cargos que, en su caso, asciende a más de 120.000 euros.
¿Eurodiputada de Podemos?
De presentarse a las elecciones europeas, la pregunta es si lograría los votos necesarios para conseguir un escaño. En los comicios de 2019, cada eurodiputado español tuvo que contar con una media de 376.429 votos; en las de 2014, con 240.000. La ventaja es que, en las elecciones europeas, se aplica una circunscripción única. Sin embargo, España tiene aún pendiente cumplir con el mandato comunitario que insta a los estados miembros a fijar un umbral mínimo para entrar en el Parlamento y que puede oscilar entre el 2 y el 5%. Así, de lo que decida el Gobierno -que ya ha iniciado las negociaciones con los partidos independentistas- podría depender también el escaño de Irene Montero.
De lograrlo, la hasta ahora ministra se garantizaría una jugosa remuneración: nada menos que 9.975,42 euros brutos al mes, más del doble que un diputado español. Además, a esa cantidad, Montero podría sumar una asignación de 28.412 euros para contratar un asistente y otra partida de 4.778 euros para gastos de oficina, compra y mantenimiento de equipos informáticos y teléfonos, así como para organización de conferencias y exposiciones.
También tendría cubiertos todos los viajes -transporte, alojamiento y dietas- a Bruselas, Estrasburgo y cualquier otro lugar en el que se celebren reuniones oficiales, así como aquellos que realicen a otros estados miembros dentro del ejercicio de sus funciones hasta un máximo anual, en este último caso, de 4.716 euros anuales. Asimismo, tendría derecho al reintegro de dos terceras partes de sus gastos médicos.
Indemnización para altos cargos
En caso de no conseguir escaño, Irene Montero también tendría la vida resuelta durante un tiempo, ya que podría acogerse a la indemnización por cese como ministra que, según establece la Ley de Presupuestos Generales del Estado de 1981 (art. 10, número 5, norma primera) asciende al equivalente al 80% del salario percibido hasta entonces, por un periodo igual a la duración del mandato y hasta un máximo de dos años.
Irene Montero fue nombrada ministra de Igualdad el 13 de enero de 2020, por lo que podría disfrutar del máximo permitido. Según consta en el Portal de Transparencia, su sueldo ascendió en 2022 a 77.478,24 euros. De esta forma, podrá cobrar una indemnización mensual de 5.165 euros durante los dos próximos años o, lo que es lo mismo, un total de 123.965 euros.
Todo ello, si así lo solicita, y siempre y cuando se mantenga sin empleo durante todo este tiempo, ya que el Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio establece que esta ayuda es incompatible con cualquier otra retribución que provenga de la actividad pública o privada. En cualquier caso, si finalmente se presentase y lograse escaño en las elecciones europeas, siempre podría cobrarla hasta que tomase posesión del mismo, ya que se trata de un subsidio que se cobra mes a mes.
Su pareja, Pablo Iglesias, ya se acogió a este subsidio cuando dimitió como vicepresidente y ministro de Derechos Sociales en marzo de 2021. Sin embargo, unos meses después, tuvo que renunciar a él para poder seguir cobrando por sus habituales colaboraciones en distintos medios de comunicación y montar el suyo propio: Canal Red. En total, según aparece reflejado en el mencionado Portal de Transparencia, percibió un total de 27.290,96 euros, a razón de algo más de 5.300 euros al mes.