
El nombramiento de Miguel Tellado como nuevo portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados ha desencadenado numerosas reacciones por parte de la izquierda. El portavoz del PSOE en la Cámara Baja, Patxi López, en alusión a este nombramiento, ha asegurado que en el PP "más asciendes cuanto más insultos pones sobre la mesa", además de decir que la llegada de Tellado a la política nacional trae consigo un "listado de barbaridades".
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha asegurado en la rueda de prensa del Consejo de Ministros que no hay "indicios para ser optimista" con este cambio en el organigrama de los populares.
Por su parte, el negociador del PSOE con el fugado Carles Puigdemont, Santos Cerdán, escribía anoche en Twitter que "los nuevos nombramientos del PP, con Tellado como portavoz, certifican la deriva ultra del PP".
Después de que varios grupos de izquierda hayan arremetido contra el nuevo portavoz del PP en el Congreso, el propio Miguel Tellado, en declaraciones a La Noche de esRadio ha respondido diciendo que "es curioso que me hayan hecho este recibimiento lleno de insultos, y a la vez me acusan de ser bronco. Creo que lo que esto refleja es que la izquierda está nerviosa y preocupada".
Tellado ha afirmado que, en esta legislatura, los populares tienen la obligación de representar también a los votantes socialistas descontentos con los pactos llevados a cabo por el PSOE con los separatistas. El nuevo portavoz del PP en el Congreso ha querido apuntar también que "la amenaza para la democracia española se llama Pedro Sánchez porque ha decidido darle al independentismo un poder que no le dieron las urnas". Preguntado, además, por si adoptará un perfil duro en su portavocía, Tellado ha apuntado hacia las políticas del Gobierno de España: "¿Perfil duro? Duro es lo que está pasando en nuestro país. Duro es que nos hagan tragar con una amnistía injusta, porque Sánchez necesita siete votos de Puigdemont. Duro es que quieran que se hagan leyes a medida de los delincuentes, dictadas y redactadas por esos delincuentes. Duro es que ministros del Gobierno acusen a los jueces de prevaricar. Duro es que el Gobierno de España diga que los jueces hacen política desde los juzgados de nuestro país, eso es tremendamente duro y nuestra obligación es denunciarlo", ha sentenciado.