Hay que remontarse a la primavera del 2023 para encontrar la última vez que Libertad Digital/ esRadio pudo preguntar en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Era un 11 de abril cuando comparecieron la por entonces portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez; la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la ministra de Educación, Pilar Alegría.
En aquellas semanas, el PSOE trataba de impulsar un cambio legislativo en la ley del "sólo sí es sí". Las portadas se llenaban de titulares sobre el "Caso Negreira" y la marcha de Ferrovial, trasladando su sede a Países Bajos, copaban los titulares.
Aquel día, Isabel Rodríguez dio el turno de palabra a Libertad Digital y se formuló una pregunta dirigida a la portavoz sobre el "caso Negreira": ¿por qué el Gobierno no había aclarado los motivos del cese en enero del director general de Deportes, Albert Soler, y si alguien con sus responsabilidades pudo tener conocimientos de los hechos?
A Yolanda Díaz se le preguntó qué opinión le merecía que el PSOE hubiese rechazado las enmiendas que el día anterior había registrado su por entonces partido, Unidas Podemos, sobre la Proposición de Ley de los socialistas para corregir la ley del "sólo sí es sí" y si ella, como vicepresidenta, era partidaria de reformar la norma.
Un veto promovido por la SEC
Desde aquel día, Libertad Digital/esRadio ya no ha vuelto a preguntar en Moncloa y se ignora su mano levantada en las ruedas de prensa . De la treintena de periodistas que habitualmente cubren las comparecencias posteriores al Consejo de Ministros, es el medio que menos ha preguntado en el último año. Lo habitual es que, en la actualidad, se concedan 5 o 6 turnos cada martes, cuando no hace muchos años por regla se solían responder a unas 10 cuestiones.
También ha habido cambios en el sistema de selección de preguntas. Desde que Isabel Rodríguez ha dejado de ser portavoz, es la Secretaria de Estado de Comunicación quien distribuye los turnos. Lo hace el director de nacional, el periodista Miguel Ángel Marfull, quien trabaja a las órdenes del secretario de Estado y exdiputado del PSC, Francesc Vallés, quienes han acentuado las filias y fobias a la hora de repartir los turnos llegando en ocasiones, como en el consejo de ministros extraordinario del pasado 8 de marzo, a dejar sólo a cuatro periodistas que formulasen las preguntas.
Nerviosismo por el "Caso Begoña Gómez"
El control a las cuestiones se ha acentuado desde "el caso Koldo" y, en especial, desde que se destapasen las relaciones de la mujer del presidente, Begoña Gómez, con varias empresas a las que avalaba y que luego resultaron ser adjudicatarias de contratos mientras patrocinaban su máster. El nerviosismo de Moncloa es evidente. Sólo el pasado martes, un compañero de Onda Cero pudo preguntar por el caso de la esposa de Sánchez.
El veto a las preguntas de Libertad Digital se extiende también a las comparecencias del presidente del Gobierno o a los viajes del Ejecutivo, siendo siempre excluidas desde hace más de tres años, pese a que se trata de una institución que pagamos entre todos y que los sueldos de la Secretaría de Estado de Comunicación son públicos.
Una censura que no se extiende al PSOE. En la sede de Ferraz, Libertad Digital pregunta con más frecuencia. La última vez, el 4 de marzo de este año, cuando se les inquirió por las informaciones sobre Begoña Gómez y la portavoz de la Ejecutiva, Esther Peña, aseguró que se trataban de noticias "con mala baba".