El Consejo de Administración de RTVE ha dado finalmente el visto bueno al millonario fichaje de David Broncano gracias a la coartada proporcionada por la Abogacía del Estado para que la presidenta socialista Concepción Cascajosa pudiera imponer su voto de calidad. Tal y como ocurrió la semana pasada, la propuesta ha contado con cuatro votos a favor frente a los cinco que servirían para conformar la mayoría absoluta exigida por los estatutos: el de la propia Cascajosa, su compañero Ramón Colom, el del representante del PNV Juan José Baños y el de uno de los dos consejeros de Podemos, Roberto Lakidain. El otro, José Manuel Martín Medem, se ha abstenido y los tres del PP han votado en contra.
Sin embargo, de acuerdo con ese "informe a medida", como denunciaban a Libertad Digital fuentes sindicales, en caso de empate entre los síes y los noes más las abstenciones, se abría la puerta a imponer el voto de calidad de Cascajosa, por lo que Moncloa se ha salido finalmente con la suya.
Lo que se sabe del contrato
Con todo, y salvo cambios de última hora, David Broncano será fichado por dos años a razón de 14 millones de euros por temporada. De acuerdo con la última propuesta, el contrato en cuestión tan solo se podrá romper pasado el primer año, avisando con dos meses de antelación, y siempre y cuando, a partir de ese momento, se encadenen cuatro meses consecutivos con una audiencia inferior al 7,5% si se emite en el Access Time (la franja inmediatamente posterior al Telediario y en la que iniciará su andadura el próximo mes de septiembre en RTVE) o del 8% si se emite en Late Night.
De esta forma, con independencia de que el programa sea un éxito o un fracaso, la televisión pública tendrá que mantener a Broncano un mínimo de 18 meses, ya que, además, si un solo mes supera dichos límites, la cuenta se reiniciaría. Estas férreas condiciones de cancelación han indignado a muchos trabajadores, que denuncian que esto es, en definitiva, "una apuesta del todo o nada: si funciona, bien y si no, nos hundimos, y esto además pagándolo RTVE".
En este sentido, las fuentes consultadas por Libertad Digital ya advertían hace unos días de que la firma de este contrato podría comprometer la capacidad de gestión del ente público. "Es como si RTVE hubiese delegado durante un año la gestión del Acces Pime Time a una empresa externa, vinculada además a otros grupos de comunicación", denunciaban indignados los trabajadores.
Por si todo esto fuera poco, los críticos se mostraban molestos con otros tantos puntos incluidos en la letra pequeña del contrato. Para empezar, que el comienzo previsto -entre las 21:30 y las 21:45- supondría recortar tiempo a los informativos. Además, se quejaban de que no quede claro qué recursos aporta la productora y de que ésta vaya a tener la última palabra. Tampoco les convence la imposición de los colaboradores, Jorge Ponce Rivero y Ricardo Castella Serrano. "Si hubiera algún escándalo o alguno de ellos tuviera algún interés externo ajeno a RTVE, no hay forma de quitarlos", alertaban fuentes sindicales, que insistían en lo inédito de este punto: "Siempre RTVE ha tenido la última palabra al respecto".
Por último, lamentaban la libertad que se otorga a la productora para imponer sus contenidos y también la ausencia de control económico obligatorio. "Estarán sujetas a justificación todas las partidas presupuestarias si CRTVE así lo exige", reza la última propuesta. "Esto es muy peligroso -advertían los sindicatos-. Estamos hablando de dinero público, es decir, se ha de justificar hasta el último céntimo, no porque lo pida un director de RTVE si le apetece, sino porque es obligatorio por ley".
¿Tendrá éxito?
A pesar de la fama que David Broncano ha adquirido en los últimos años, son muchas las dudas que suscita su incorporación a TVE. Para empezar, porque la edad media de los espectadores de la cadena pública en la franja en la que se pretende ubicar el programa es de 65 años y el público objetivo del presentador es gente joven. Pero es más, tal y como recuerdan los críticos, ni siquiera en Movistar La Resistencia ha sido un éxito: "La audiencia no llegaba al 1%. Sus seguidores forman parte de un público joven que no ve la televisión, sino que le sigue a través de Tik Tok o en los vídeos cortos".
Precisamente por eso, y más allá de que en redes sociales sus vídeos pudan luego hacerse virales, son muchos los que cuestionan los 14 millones de euros que se invertirán anualmente en el programa. "Ni siquiera Operación Triunfo en su época dorada costaba eso, y eso que OT daba mucho más contenido, porque no sólo eran las galas, sino la academia, etc. y tenía una audiencia brutal", apuntan.
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