
El Partido Popular aspira a que las elecciones europeas permitan seguir minando la imagen de Pedro Sánchez, a pesar de que las elecciones de Cataluña le han permitido coger algo de aire. Alberto Núñez Feijóo quiere que Bruselas reciba el mensaje de que el presidente del Gobierno no cuenta con respaldo popular para aprobar la Ley de Amnistía, asunto que marcará la campaña.
Desde el pasado 23-J, el partido viene convocando manifestaciones en la calle para evidenciar el rechazo de los españoles a los pactos de Sánchez con los separatistas, y ahora pretende que esa marea se traslade a las urnas. De ahí que el próximo 26 de mayo arranquen campaña con una nueva protesta en Madrid que tendrá lugar a las 12.00 en la Puerta de Alcalá.
El objetivo es ensanchar la base electoral, como ha ocurrido en Cataluña, sin tener que entrar en disputa con Vox, al que siguen mirando de reojo con ánimo de evitar que suba, pero volcándose en intentar atraer a los votantes "de centro" abandonados por el PSOE, cuyos esfuerzos se dirigen a intentar absorber a Sumar o los independentistas.
Bajo el lema "Tu voto es la respuesta", al que completará en los carteles electorales "Tu respuesta", el partido ha optado por dejar en un segundo plano su tradicional color azul para utilizar de fondo las manifestaciones que vienen convocándose desde el pasado mes de septiembre contra el Gobierno. Incluso las siglas pasan a estar coloreadas de blanco, con ánimo de mostrarse transversales para atraer a votantes de casi todos los partidos.
Cataluña, Navarra o el País Vasco son lugares clave de la campaña, donde el partido aprovechará para denunciar los pactos de Sánchez con Bildu, PNV, ERC o Junts, para movilizar a sus electores. Para abarcar el mayor número posible de provincias, Alberto Núñez Feijóo y Dolors Montserrat irán en caravanas electorales por separado, aunque coincidirán en algunos mítines, el primero de ellos este sábado en Murcia, donde hablarán del campo.
El partido saldrá a combatir la abstención movilizando a todos sus cargos territoriales, partiendo de los municipios. Existe un importante riesgo de desafección después del intenso ciclo electoral vivido, lo que puede perjudicar los planes de Feijóo de imponerse con claridad a Sánchez, en unos comicios que ya de por sí suelen congregar a pocos votantes
Por ello el presidente del PP ha pedido a los suyos "máximo esfuerzo" para lograr "movilizar al electorado" el próximo 9 de junio. Se lo exigió en privado a sus grupos en el Congreso y el Senado después de las vascas, y volvió a reclamarlo en público a la cúpula del partido tras las catalanas.
La dirección del partido calcula que la absorción de Cs les reporta 7 eurodiputados hasta llegar a 19, uno por debajo de lo obtenido por el PSOE hace cuatro años. Superar ese dato será difícil dado que los socialistas podrían resistir la posible caída a costa de absorber a Sumar. Que Vox baje de los 3 logrados en 2019 también será difícil.
Además de la amnistía, que favorece el choque con el PSOE, los populares se medirán con Vox hablando del campo o la inmigración, con posiciones más contenidas que los de Abascal, que abogan por posiciones más rupturistas. En el PP defienden la necesidad de "concienciar a Bruselas" sobre ambos problemas, pero sin rechazar frontalmente sus medidas. El resultado es crucial para los planes de Feijóo en su batalla contra Sánchez.