
El Gobierno español retira a su embajadora en Argentina, María Jesús Alonso Jiménez, y escala aún más el conflicto diplomático con el país sudamericano, situándose ya al borde de la ruptura de relaciones. "Argentina se queda sin embajadora", recalcaba el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, tras anunciar la marcha de la representante de la diplomacia en el país extranjero en el que residen más ciudadanos con nacionalidad española.
"La retirada supondrá que, desde ahora, no habrá embajador y en la embajada habrá un encargado de comercio", añadía el ministro que hablaba de "caso único" en las relaciones internacionales y culpaba al presidente argentino, Javier Milei, por venir a "la capital de un país" a una "injerencia flagrante en asuntos internos".
La medida de retirar a un embajador, una de las más graves en Relaciones Internacionales, no se adoptó por España ni cuando Rusia invadió Ucrania, ni cuando Israel acusó al Gobierno de Sánchez de "recompensar al terrorismo".
En el Ejecutivo defienden que se "están comportando en toda la cortesía y usos diplomáticos" . Albares incluso recordaba que este lunes se reunió "con toda la cortesía" con el embajador argentino en Madrid, Roberto Bosch, durante media hora en el ministerio. En ese encuentro, le exigió que el presidente argentino, Javier Milei, hiciese públicas sus "disculpas" por señalar como "corrupta" a la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez
La entrevista de Milei, el detonante
En el Gobierno creen que "esa cortesía" no ha sido respetada por Argentina y que "su contestación ha sido en una entrevista". Las frases que Milei pronunció en una televisión argentina, acusando a Sánchez de ser "un cobarde" y de esconderse "en las faldas de las mujeres", fueron el detonante definitivo para tomar la decisión de retirar a la embajadora.
"No es cuestión de faldas o pantalones", señalaba la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, quien añadía que "no es cobardía, es igualdad" y se mostraba orgullosa de un "Gobierno feminista reciba ataques de la internacional ultraderechista".
En el Gobierno rechazan que Sánchez esté alargando esta crisis por motivos electorales, en plena campaña. "Es absurdo decir eso y pensar eso", respondía Albares tras ser preguntado por el interés del Gobierno y el PSOE en amplificar la crisis diplomática. El ministro también declinaba disculparse por la frase del ministro de Transportes, Óscar Puente, acusando a Milei de "tomar sustancias" y que el presidente argentino considera como "la primera agresión".
"Falta de cortesía"
Albares defendía que, desde que conocieron la visita de Milei, el Ejecutivo se comportó "con hospitalidad", brindándole "seguridad" y la "base aérea de Torrejón". Frente a un Milei al que afean su "su falta de cortesía" .
"Cuando un presidente viaja por primera vez a un país extranjero, la primera actividad que tiene es encontrarse con su homólogo", recalcaba Albares. Sin embargo, esto es algo que Milei ya ha hecho con anterioridad ya que, durante su primera visita a EEUU, no se encontró con el presidente Biden, sino con un grupo de empresarios. Algo similar a lo que ha sucedido ahora en España. No es algo nuevo. También Sánchez lo hizo con anterioridad, quien viajó en varias ocasiones a EEUU a reunirse con empresarios y sin verse con Biden.
En el aire queda ahora la visita del día 21 de junio a España en la que Milei, en un principio, había mostrado su interés por reunirse con el jefe del Estado, Felipe VI, y con otras instituciones. En Moncloa reconocen que, de momento, no tienen constancia de este viaje oficial.