Para valorar unos resultados, hay que tener en cuestión la gestión de expectativas. Tras recortar varios puntos desde el inicio de la campaña, el PSOE se había aferrado a una remontada que alentaron hasta última hora. Incluso pronosticaron que la diferencia con el PP sería, como mucho, de uno o dos puntos. Al final, la brecha fue de cuatro puntos y dos eurodiputados. Veintidós de Dolors Monserrat frente a veinte de Teresa Ribera, que repite la cifra conseguida por Borrell que hace cinco años, pese a que, tras el Brexit, a España le corresponden 7 escaños más por la salida del Reino Unido.
El PP sube algo más de un 1% con respecto a las generales y el PSOE pierde un 1,5%. En un año, la diferencia entre ambos pasa de un 1,38% a un 4% y el partido de Sánchez sólo gana en Cataluña, Canarias y Navarra. Los socialistas bajan pero se mantienen si lo comparamos con sus socios de Sumar que, ya sin Podemos, han pasado de un 12,38% a un paupérrimo 4,65%, superados por la coalición de ERC, Bildu y BNG como cuarta fuerza y se quedan a menos de unos 12.000 votos que el nuevo partido de Alvise, Se Acabó la Fiesta.
Una prueba de esta gestión de expectativas es que Sánchez, que acudió unos minutos antes de las 23:00 a la sede de Ferraz, no salió ante los medios y se quedó en la quinta planta donde siguió el final del escrutinio. Tampoco se usó el escenario exterior, a medio montar y que se quedó en un lateral del garaje.
La candidata del PSOE, Teresa Ribera, dio su discurso dentro de la sede, en la sala Ramón Rubial, junto con la vicesecretaria general, María Jesús Montero, y el secretario de organización, Santos Cerdán. Algunos ministros que estaban dentro de la sede de Ferraz como Félix Bolaños, José Manuel Albares o Luis Planas tampoco salieron a celebrar los resultados .La que, con toda probabilidad será próxima comisaria comunitaria, sacaba pecho porque el resultado es "casi idéntico" al de las generales pese "a la máquina del fango" y que "respalda a Pedro Sánchez".
Ribera, exultante
"Si el señor Feijóo ha planteado estas elecciones como un pleibiscito, lo ha perdido", terciaba Ribera que restaba importancia al crecimiento del PP, y lo achacaba a que "ha absorbido a Ciudadanos" ."Dado el contexto, en el que se han dado los resultados ese 30% es un magnífico resultado", añadía sin mencionar, de manera directa, la imputación de la mujer de Sánchez, Begoña Gómez, pero sí hablaba en varias ocasiones de "la máquina del fango"
Pese a la caída de votos, el PSOE es de los partidos socialdemócratas que mejor resisten en Europa al superar el 30% de los votos. Unos resultados que sólo pueden igualar sus homólogos portugueses y suecos.
A falta del recuento en Italia, donde el Partido Democrático aguanta mejor de lo esperado y supera el 21%, la delegación de los 20 eurodiputados del PSOE podría ser la más numerosa dentro del grupo parlamentario S&D en la Eurocámara. "Que nadie cuente con nosotros si alguien quiere contar con la ultraderecha", advertía Ribera a Von der Leyen y el EPP(Partido Popular Europeo), dando por hecho que el PSOE será la delegación más importante del grupo parlamentario de la Cámara.
Alvise, la nueva bestia negra
Los socialistas lamentan "el crecimiento de la ultraderecha" y ponen el foco en el partido de Alvise. Desde hace días, Sánchez se ha aferrado al crecimiento de Se Acabó La Fiesta, sacándolo en sus mítines y poniéndolo a la misma altura que Feijóo o Abascal para promocionarlo y dividir más a la derecha.
"Ahora la ultraderecha tiene tres marcas", recalcaba Ribera en su discurso que pedía "parar la ola reaccionaria" que "avanza en Europa". "Somos el dique de contención de las fuerzas progresistas europeas", añadía al final y pedía "revertir la tendencia" en Europa.