Alberto Núñez Feijóo ha evitado pronunciarse sobre la amenaza lanzada ayer desde el entorno de Santiago Abascal de "valorar" la posibilidad de romper los gobiernos autonómicos con el PP, si deciden apoyar la reforma de la Ley de Extranjería que pretende impulsar el Gobierno. "No hay ninguna amenaza, hay una realidad", ha dicho el líder de la oposición, al ser preguntado por la prensa durante un acto en Torrejón de Ardoz.
Desde Vox, su presidente ha asegurado esta mañana en un mensaje dirigido a la militancia durante la Asamblea General del partido, que "cumplirán los compromisos con sus votantes". "Le pedimos al PP lealtad con los pactos pero si los gobiernos autonómicos no ponen todo lo que está en su mano para combatir la inmigración ilegal, nosotros cumpliremos con nuestros votantes, cumpliremos nuestra palabra", ha dicho.
Unas declaraciones que rebajan algo el tono, a pesar de la advertencia lanzada, al eludir hablar de "ruptura de los gobiernos" cuando apenas se cumple un año de las alianzas entre PP y Vox para impedir que la izquierda gobernara en la Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura, Murcia o Castilla y León. En Baleares, además, apoyan al PP desde fuera.
La futura Ley de Extranjería
El Ejecutivo ha anunciado un cambio de la norma -según el acuerdo de investidura con Coalición Canaria- para hacer obligatoria la acogida de menores no acompañados en las Comunidades Autónomas, en lugar de mantener el actual sistema de reparto por cuotas voluntarias, y que deben ser negociadas con los gobiernos regionales. Una ley para la que el PSOE podría necesitar el apoyo del PP, dada la negativa de Junts a respaldarla.
Desde el partido de Feijóo evitan confirmar qué posición adoptarán ante esta ley, pero el líder del PP ha pedido a Pedro Sánchez "llevar un proyecto que sea viable y que ese proyecto solucione, al menos en parte, los problema que está pasando Canarias", defendiendo que todas las CCAA del PP, gobiernen o no con Vox, "están cumpliendo sus obligaciones de solidaridad". "Esa solidaridad está garantizada", remataba.
El líder del PP ha reprochado al Gobierno "no tener un proyecto o política migratoria, ni financiación para atenderla, ni acción internacional o diplomática para atender los problemas en origen" y "lo único que hace es distribuir el problema", exigiendo "liderazgo" por parte del presidente para afrontar la situación. "Es hora de que el Gobierno de España ponga a disposición de las CCAA recursos y medios", ha pedido.