Guillermo Lorenzo, secretario provincial de JUCIL en Ceuta, ha hablado con Daniel Muñoz este miércoles en Es la mañana de Federico sobre la situación que se vive en la ciudad autónoma en materia de inmigración masiva y sus consecuencias en cuanto a la seguridad de la zona.
"Los hechos se produjeron por un intento de entrada de inmigrantes a través de la frontera. Fueron aproximadamente unas trescientas personas, incluyendo menores, y es difícil de cuantificar el número de personas que logró entrar". Este ha sido el parte que ha transmitido el secretario ceutí sobre lo sucedido el pasado lunes en la ciudad autónoma.
Guillermo Lorenzo ha afirmado que la mayoría de ilegales que intentan entrar en Ceuta "provienen de Marruecos y Argelia", aunque esta vez no puede culparse a Marruecos porque "ha colaborado en el rescate" de los ilegales.
Respecto a la saturación que existe en los centros de acogida en Ceuta y la inseguridad en las calles, Lorenzo ha aclarado que "no ha habido un aumento de la delincuencia relacionada con este hecho". Sin embargo, ha resaltado que "han aumentado las peleas en esos centros". "No es descartable", añadía Lorenzo sobre una posible repartición de inmigrantes en Ceuta por la península por parte del Gobierno.
Ceuta lleva reclamando más medios para afrontar este efecto migratorio al Gobierno. "Nuestro trabajo a diario se basa en la observación de movimientos de grupos de personas que intentan rebasar el vallado, comunicándolo e interceptándolo", ha aclarado el secretario de JUCIL. "Contamos con material básico para el control de masas", añadía sobre los medios de los que disponen.
La Guardia Civil de estas ciudades fronterizas lleva reclamando muchos años un protocolo de actuación para las personas que entran nadando, aún sin respuesta. "No tenemos un protocolo concreto, solo nos ajustamos a la legislación", afirmaba Lorenzo.
Guillermo Lorenzo ha concluido la entrevista en esRadio reclamando algunas medidas que se han de tomar en pos de la seguridad de los agentes que trabajan en estas zonas: "Incentivos económicos, mejores servicios para los agentes y el apoyo institucional". Por último, el entrevistado ha dejado claro que se sienten "totalmente abandonados" por el Ministerio del Interior.