El ya expresidente de la Generalidad Pere Aragonès ya dispone de oficina en calidad de tal, una estructura a su servicio financiada con el dinero de los contribuyentes y con un sueldo espectacular. Aragonès cobraba hasta ahora 137.506 euros al año, mucho más que cualquier otro presidente autonómico y muy por encima de lo que cobra el presidente del Gobierno. Pues bien, a partir de ahora cobrará unos 110.000 euros, más de 9.000 euros al mes. Además dispondrá de oficina, jefe de gabinete, secretaria, jefe de prensa, coche oficial, guardaespaldas y dos funcionarios más a su servicio.
El expresidente separatista ha colocado como jefa de la oficina a la que ha sido su jefa de gabinete, Helena Ricomà. También ha reservado un puesto a su secretaria, Sílvia Sabat y a su jefe de comunicación, Marçal Sarrats. Aragonès tiene derecho a cobrar el 80% de su sueldo como presidente siempre que no participe en ningún consejo de administración o trabaje en puestos remunerados en el ámbito público o privado. Cuando se jubile, dispondrá de una pensión vitalicia que será el 60% del sueldo que cobró como presidente autonómico, casi siete mil euros al mes.
La Generalidad catalana es la administración más generosa con sus expresidentes, hasta el punto de que el golpista prófugo Carles Puigdemont también goza de los privilegios de expresidente, de coche oficial y de personal a su servicio. Lo que no tiene de manera oficial son guardaespaldas por el hecho de encontrarse fugado en Bruselas, pero como todo el mundo sabe hay grupos de voluntarios de los Mossos que se ocupan de su seguridad sin que la Generalidad o el Gobierno hagan nada al respecto.