La vicepresidenta primera, María José Montero, no ha arrojado luz en el Senado a uno de las grandes asuntos que rodean a la política española en este arranque del curso: el cupo catalán. Durante todo el verano, el Gobierno ha evitado hablar de la letra pequeña de este acuerdo.
Montero ha hecho una absoluta defensa del acuerdo alcanzado con los independentistas aunque no ha aclarado qué es lo que firmó exactamente el PSC con ERC para atar la investidura de Salvador Illa. La ministra de Hacienda no ha mencionado ni el término concierto ni cupo sino que únicamente se ha ceñido en describirlo como una financiación singular para Cataluña.
Después de que diferentes miembros del gabinete de Sánchez se hayan resistido, y lo siguen haciendo, en emplear ese término, los republicanos defienden que se trata de un concierto económico. En boca de la senadora, Sara Bailac este pacto es "el mayor salto por la soberanía en Cataluña". En este sentido, ERC ha amenazado con que "cualquier intento de rebajar el acuerdo tendrá consecuencias". Una advertencia a la que también se ha sumado Junts. Eduardo Pujol ha puesto en valor sus diputados para poner o quitar el apoyo al Gobierno de Sánchez: "Siete es un número mágico".
Lejos de hablar de la letra pequeña de este acuerdo, Montero se ha centrado en atacar al Partido Popular al que ha tachado de "populista". Ha afeado a los populares no tener una postura común sobre la reforma del modelo de financiación autonómica al tiempo que ha revelado conversaciones con los diferentes territorios. "Al PP no le interesa la solidaridad, el PP solo busca confrontación territorial para sacar rédito político", ha deslizado Montero.
Pese a no aclarar los términos concretos del acuerdo, la vicepresidenta primera ha sido muy crítica con las comunidades autónomas lideradas por el PP y la recaudación fiscal. Montero ha augurado reformas similares en otros territorios si hacen un "esfuerzo fiscal".
El PP lo rechaza
Los populares rechazan la implementación de un sistema de financiación singular para Cataluña por vulnerar los principios de igualdad entre los ciudadanos españoles y la solidaridad interterritorial. El senado del PP, Gerardo Camps, ha culpado a la vicepresidenta de "tergiversar" el texto del acuerdo al destacar que no aparece la palabra "autogobierno" sino "plena soberanía".
María Caballero, de UPN, ha criticado la actitud esquiva y la falta de transparencia sobre el acuerdo alcanzado con ERC para impulsar la investidura de Salvador Illa. "Ha hecho todo tipo de malabares para no reconocer abiertamente lo que todos sabemos", ha deslizado Caballero.
Este asunto ha traído un desgaste dentro de las filas socialistas. Más allá del presidente de Castilla la Mancha Emiliano García Page y el asturiano Adrián Barbón, que ya han dejado claro que no votarán nada que vaya en contra de los intereses para sus respectivos territorios, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, criticó el pacto por "asumir" el relato del proceso independentista e ir dirigido hacia un "modelo más confederal que federal".
Montero ha comparecido en el Senado a petición del PP con mayoría absoluta después de que PSOE, Sumar, PNV, Esquerra, EH Bildu y Podemos tumbaran la propuesta para que la ministra de Hacienda aclarase en el Congreso de los Diputados si el pacto fiscal con los republicanos responde a los términos de un concierto económico a la vasca.