Alberto Núñez Feijóo se reúne esta mañana con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, para abordar el caos migratorio que sufren las islas y escenificar la buena salud del acuerdo de gobierno suscrito entre el Partido Popular y Coalición Canaria. La cita se celebra en plena gira de Pedro Sánchez por China y cuando se cumplen dos meses sin que el Gobierno haya dado una respuesta a la crisis.
Según trasladan fuentes del PP, el objetivo es hacer hincapié en la inacción del presidente, y romper su pretensión de provocar fricciones con Coalición Canaria a cuenta de la reforma de la Ley de Extranjería. El Ejecutivo fía la resolución del problema al cambio de esta norma que apenas serviría para que el Gobierno central pudiera imponer un reparto de los menores no acompañados a las Comunidades Autónomas, en lugar de fijar cuotas voluntarias como hasta ahora.
El PP critica que ese cambio legislativo no va acompañado de mayores recursos para atender a los menores extranjeros, y no soluciona la llegada masiva de inmigrantes ilegales. Acusan además al presidente de provocar un efecto llamada después de asegurar en su gira por África que España necesita 250.000 inmigrantes anuales para sostener el Estado de Bienestar. Palabras que después corrigió prometiendo combatir la inmigración ilegal.
Feijóo lleva tiempo reprochando a Sánchez sus bandazos y no tener un plan para abordar este grave problema. De hecho, el Gobierno ni siquiera ha respondido todavía al preacuerdo remitido a principios de agosto por Clavijo al ministro Ángel Víctor Torres en la reunión a tres que mantuvieron junto al portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado. Tampoco se ha pronunciado sobre el Plan migratorio hecho público por el partido para combatir la inmigración ilegal, y que ponen como condición para hablar de este asunto con el Ejecutivo.
La visita a Canarias se completa con un viaje a Grecia que tendrá lugar el próximo viernes, donde Feijóo se reunirá con el primer ministro, Kyriákos Mitsotákis, perteneciente a su grupo en Europa. Se trata de poner de relieve un problema que afecta a todo el continente y las soluciones que aplican otros países, a los que el PP mira como un ejemplo a seguir, en contra de lo que ocurre con el Gobierno de España.
El propio presidente del PP ha elogiado la política migratoria de la italiana Georgia Melonia, muy combativa con la llegada de inmigrantes ilegales y que ha alcanzado acuerdos con otros países para frenar parte de esos flujos, frente a los giros dados por Pedro Sánchez. La inmigración marcará, por tanto, el debate político del próximo año, junto al cupo catalán, la amnistía y Venezuela.