Menos de un año después de la investidura de Pedro Sánchez con el apoyo de todos los separatistas, la situación política se ha tornado muy compleja y no está nada claro que puede ocurrir con lo que queda de legislatura.
Así, las cosas, y con el Ejecutivo perdiendo cada semana votaciones en el Parlamento se plantean tres posibles escenarios para el futuro de la legislatura, todos con bastante lógica y con probabilidades de ser el que finalmente se parezca más a la realidad.
El primero de ellos –no necesariamente el más probable– es que el Gobierno logre convencer a Junts y, por tanto, consiga aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Esto daría a Pedro Sánchez margen para seguir en Moncloa quizá hasta el 2027.
Eso sí, en estos momentos y como ya hemos comentado no parece nada claro que el presidente tenga algo lo suficientemente interesante que ofrecerle al prófugo, que necesita exacerbar su labor de oposición a Salvador Illa tanto en Barcelona como en Madrid.
El segundo sería que Sánchez no logre convencer a Puigdemont y, por tanto, se quede sin Presupuestos, pero aún así y como ya ha advertido en unas polémicas declaraciones, siga aferrado al poder a pesar de que el Congreso, en la práctica, estaría en su contra.
Por último, el tercero podría llegar por una combinación que incluya, por un lado, las derrotas parlamentarias y, singularmente, tener que prorrogar los Presupuestos; y porque los casos de corrupción que le acechan estallen en algunas revelaciones que conviertan su posición en insostenible.
En esta situación podríamos ver como a Sánchez no le queda más remedio que convocar elecciones o, incluso, que el presidente tenga el arrojo de tratar de escapar de la situación con una votación en la que lograse imponerse y así obtener un refrendo popular a pesar de sus fechorías.