Alberto Núñez Feijóo se reúne esta mañana en Atenas con el primer ministro de Grecia, Kyriákos Mitsotakis, para hablar de la inmigración ilegal, apenas unos días después de cerrar un acuerdo con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, para control la llegada de extranjeros a España. Según fuentes del PP, el objetivo es poner de relieve las políticas que llevan a cabo otros países de Europa, en contraposición a la acción de Pedro Sánchez.
"Grecia ha rebajado sus índices de inmigración ilegal y ha tomado medidas que no toma este gobierno", defienden desde el partido al hablar de un encuentro que ha molestado al Gobierno, al igual que el pacto sellado con CC. El Ejecutivo acusa a Feijóo de pretenden suplantar las funciones de Pedro Sánchez sin ser presidente y tapar su "falta de liderazgo" yendo "de foto en foto".
El viaje arranca a las 9 de la mañana, hora española, con un encuentro con Mitsotakis en la sede de la Presidencia del Gobierno Griego, en Atenas, y dos horas y media después, a las 11.30, mantendrá un encuentro con el ministro de Migraciones y Asilo, Nikos Panagiotopoulos, para hablar en mayor profundidad de las políticas migratorias que aplica el gobierno para combatir la inmigración ilegal. A las 12.45 está prevista una comparecencia de Feijóo ante los medios.
Durante la visita Feijóo estará acompañado por el eurodiputado del PP, Esteban González Pons, y los vicesecretarios de economía y políticas sociales, Juan Bravo y Ana Alós, en un encuentro que el PP pone en valor frente a los bandazos dados por Pedro Sánchez en su gira por África, donde habló primero de traer a 250.000 inmigrantes al año, y después defendió la necesidad de combatir la inmigración ilegal.
De esta forma, se despoja también de la acusación de "inmovilismo" que le atribuye el Gobierno de Pedro Sánchez por rechazar reformar la Ley de Extranjería para otorgar al Ejecutivo las competencias exclusivas sobre el reparto de menas y que pueda imponer unas cuotas a las Comunidades Autónomas, en lugar del reparto voluntario que se produce ahora.
La inmigración es, junto a la crisis de Venezuela y el cupo catalán, uno de los asuntos en los que el PP se ha volcado en este nuevo curso político, y que marcará la actualidad de los próximos años. El partido defiende que sus políticas se alejan del "buenismo del Gobierno" y la "xenofobia de Vox", marcando así distancias con ambos en un asunto que ha entrado de lleno en la disputa política.