El líder de Junts, Carles Puigdemont, ha avisado por activa y por pasiva de que está dispuesto a provocar un descarrilamiento de la legislatura. El último toque de atención se ha producido esta semana, cuando los siete diputados de Junts en el Congreso votaron en contra de la proposición de ley para regular los alquileres de temporada. La negativa de Junts a facilitar el trámite ha disparado las alarmas en el PSOE de cara a otra votación crucial, la relativa a la senda de déficit. El partido separatista ya votó en contra el pasado mes de julio y los socialistas temen que Puigdemont cumpla su amenaza de volver a oponerse al Gobierno y dejar de nuevo en evidencia la frágil y destartalada "mayoría de progreso".
Para evitar otro revolcón, el PSOE ha enviado a Suiza a una delegación encabezada por el secretario de organización, Santos Cerdán, según ha avanzado El diario. La misión es reconstruir el entendimiento con Junts y garantizarse el voto a favor de los parlamentarios que controla Puigdemont. En Junts señalan que la reunión forma parte del compromiso alcanzado con el PSOE de reunirse una vez al mes en presencia del verificador internacional, el diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez. Del éxito de esas reuniones dependería el futuro de la legislatura sanchista, advirtió hace unos meses el secretario general de Junts, el expresidiario Jordi Turull, pero en los últimos tiempos no se había tenido conocimiento de reuniones entre socialistas y posconvergentes.
La situación ha cambiado. Puigdemont ha mostrado su malestar y ha amenazado al Gobierno de Sánchez con tumbar todas sus iniciativas. Por un lado, exige que el PSOE y el Ejecutivo se muestren más activos para conseguir que la ley de amnistía se aplique al prófugo (el Supremo se opone a amnistiar el delito de malversación que se imputa al expresidente de la Generalidad) y en capítulos como el de la cesión de las competencias en inmigración, un acuerdo del que trata de desdecirse ahora el Ejecutivo.
Junts pretende que Sánchez haga algún gesto de reconocimiento y agradecimiento por el apoyo de Puigdemont, que "solemnice" la cesión de las competencias en inmigración aunque quien las vaya a ejercer sea el gobierno autonómico de Salvador Illa. Junts también presiona para que se aceleren las negociaciones en torno a la financiación "singular" de Cataluña, un acuerdo del PSC con ERC que Junts también pretende capitalizar.