
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, elude explicar el acuerdo entre PSC y ERC sobre la financiación singular pactado para la investidura de Salvador Illa. En su lugar ha optado por atacar al Partido Popular que preside la mayoría de las comunidades autónomas. Montero ha seguido con la misma estrategia que tomó en su comparecencia en el Senado a principios de septiembre: no ha sido capaz de detallar cómo interpreta el Gobierno el documento firmado con los de Marta Rovira.
Ante la tribuna, Montero ha reprochado a los de Feijóo querer sacar "rédito político" haciendo política "desde España, contra Cataluña". En este sentido les acusa de no hacer ninguna propuesta, de "no tener ningún proyecto vital", sino ceñirse en lanzar "hipérboles sin atisbo de un rayo de esperanza".
"Hay que leerse el acuerdo" ha reprochado Montero señalando directamente a la bancada popular a la que ha dedicado la mayor parte de su discurso. Los presidentes de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y de Andalucía, Juanma Moreno, han sido algunos de los dirigentes populares más nombrados por Montero a los que acusa de hacer "dumping fiscal".
Esta es una comparecencia impulsada por el PP para que la número dos de los socialistas ofrezca explicaciones sobre "el secesionismo fiscal que ha acordado con sus socios de forma bilateral y fuera del sistema de financiación de Comunidades Autónomas de régimen común". Montero ha sacado pecho de promover la "solidaridad" con su acuerdo bilateral, mientras el PP, lanza, se centra en "boicotear".
Montero también ha hecho alusión a la retirada esta semana por parte del Gobierno de Pedro Sánchez de la votación sobre la senda de déficit por falta de apoyos, evitando una nueva derrota parlamentaria que sería la segunda sobre este asunto. El Ejecutivo Central está dispuesto a reabrir la negociación con todos los grupos sobre todo con Junts, quien ya manifestó abiertamente su voto en contra. Sin embargo, Montero solo ha hecho alusión al 'no’ del Partido Popular: "si son tan necesarios los recursos, ¿por qué el PP se niega a que las CCAA tengan más capacidad de gasto?".
Turno de la oposición
Desde el PP Juan Bravo ha intentado arrancar alguna explicación a Montero sobre cómo interpreta el Gobierno el acuerdo con ERC. "Su gobierno nació enfermo y está agonizando", ha replicado el diputado popular, al tiempo que ha calificado el acuerdo para alzar a Illa como un "chantaje".
Junts contesta a Montero diciendo que "nos hemos leído todos el acuerdo, no hace falta que nos diga que lo volvamos a leer". El diputado de Junts, Josep Maria Cruset, recrimina, tanto a ERC como al PSOE, de "hacer electoralismo" con este acuerdo de investidura. Después de que el fugado Carles Puigdemont haya lanzado un ultimátum para la renegociación de las Cuentas Públicas, Junts afea las palabras de Montero cuando no quería decir que este acuerdo era un "cupo" o un "concierto" y la reta a resolver la duda.
Desde Vox, el diputado, Pablo Sáez, ha azuzado al Gobierno por avivar las desigualdades entre españoles con una financiación autonómica que impulsa los "sentimientos nacionalistas.
Los socios de Sánchez
Sumar y ERC defienden un nuevo modelo de financiación singular para Cataluña. La diputada de los comunes, Aina Vidal, ha tildado el actual sistema como "injusto, caótico y antiguo". Su intervención también ha estado cargada de reproches a la bancada popular a la que acusa de "destruir España".
Gabriel Rufián defiende que "este acuerdo no va contra nadie" recriminando al PP por "gobernar solo para los ricos". En una clara intención por aglutinar el electorado independentista, ha lanzado ataques a Junts sacando fecho de que este acuerdo, que beneficia a Cataluña, lo ha adquirido ERC.