Sólo unas horas después de que estallase el escándalo tras publicarse el informe de la UCO sobre Ábalos y Koldo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha improvisado una rueda de prensa desde el Vaticano donde se encontraba de visita oficial para encontrarse con el Papa Francisco.
En un principio, en la agenda, sólo figuraba una declaración institucional sin preguntas pero, la gravedad de las informaciones, ha obligado a la Secretaría de Estado a admitir dos preguntas sobre el informe de la UCO. Sánchez se ha limitado a reproducir el argumento oficial prometiendo "colaboración" y "determinación o contundencia".
Sobre el viaje de Delcy a España, cuyo plácet dio Sánchez por Whatsapp, el presidente del Gobierno, se ha limitado a asegurar que "son muy cotidianas" las "visitas privadas de múltiples gobiernos". El presidente, en esta ocasión, no ha negado la evidencia de que el exministro de Transportes le informó tal y como negó en otras ocasiones como en el Senado. "A mí, efectivamente, el ministro Ábalos me informó de la visita de Delcy", ha reconocido.
En el Gobierno mantienen que Sánchez desconocía que sobre la vicepresidenta venezolana pesaban unas sanciones comunitarias que le imposibilitaban pisar suelo español. "Cuando el Gobierno de España se percató de que había unas sanciones individuales, se canceló esta visita", ha asegurado Sánchez en clara contradicción con los hechos ya que la noche del 19 de enero de 2020, un avión procedente de Caracas aterrizó con Delcy Rodríguez en una pista del aeropuerto de Barajas.
"Quiero recordar que la vicepresidenta, el año pasado, en una cumbre presencial entre la UE y la CELAC, participó presencialmente en Bruselas", ha añadido Sánchez comparando esta visita con nocturnidad y 40 maletas con un cumbre política.
Moncloa lo que quiere es crear un perímetro de seguridad en torno a Sánchez, responsabilizando de cualquier ilegalidad a Ábalos. "Cualquier otra cuestión que tenga que ver con supuestas prácticas delictivas, tendrá que ser la justicia quienes lo diriman y aquellas personas involucradas", ha asegurado el presidente
Fuentes del Ejecutivo defienden que la aeronave aterrizó porque "la tripulación tenía que descansar". Tampoco pueden negar la presencia de Ábalos en la terminal, ya que se han publicado hasta fotos del exministro aquella noche en Barajas. Hasta el propio Ábalos llegó a reconocer que subió al avión pero sólo para pedirle que no pisase suelo Schengen.
Lo que se habló entre Delcy y Ábalos es una incógnita que en el Gobierno no aclaran. "Eso tendrá que explicarlo Ábalos", admiten fuentes del Ejecutivo, incapaces de negar un encuentro entre el exministro y la vicepresidenta de Maduro. Sólo tratan de encapsular el encuentro como algo personal de Ábalos para evitar que les salpique
Sánchez también ha presumido de "contundencia" en su actuación contra Ábalos. "Lo hicimos pidiendo el acta del exministro Ábalos que el rechazó y abrimos un expediente", ha terciado el presidente del Gobierno desde un patio del Vaticano.