Una vez más queda evidenciado como los hechos que el Ejecutivo había criticado si es que los hacían otros partidos políticos, posteriormente realiza su propio Gobierno. Un ejemplo claro es el caso de las palabras que pronunció el ministro de Presidencia, Justicia y Relación con las Cortes, Félix Bolaños, el pasado mes de marzo. En estas declaraciones, el titular de Justicia acusaba al PP de pagar casas con dinero negro, coches de lujo y de no colaborar con la justicia; es decir, de toda la supuesta corrupción que hemos ido conociendo las últimas semanas en torno al PSOE.