En el Gobierno no ha sentado bien que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no vaya a acudir a la ronda de presidentes autonómicos que se producirán este viernes en La Moncloa. En el Gobierno afirman que conocieron la decisión de Ayuso mediante una llamada telefónica, sólo unos minutos antes de ver cómo la Puerta del Sol lanzaba su comunicado.
Si este lunes el argumentario de Moncloa se basaba en tildar de "irresponsabilidad" a Ayuso, este martes la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, le acusaba de practicar el "absentismo laboral" al "faltar a tu trabajo y no cumplir con tu obligación por caprichos o intereses personales". Incluso le ha acusado de usar esta cancelación para su "tacticismo político interno"
La ministra, desde la sala de prensa de La Moncloa, añadía que la ausencia de Ayuso es "un nuevo varapalo a ese liderazgo menguante de Feijóo" y recordaba que el líder del PP aseguró hace unas semanas en El Mundo, "que sería un error no acudir a estas reuniones" porque "son importantes" y que "se tratan los temas que afectan a los madrileños".
Las críticas de "absentismo" llegan por parte de un Gobierno que defendió que Sánchez se tomase "cinco días de reflexión" en los que canceló su agenda pública cuando estalló el caso Begoña Gómez.
Justifican los plantones de Sánchez
Sánchez también practicó esta estrategia y en 2016 se negó a acudir durante 10 meses a cualquier reunión con el, por entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Incluso llegó a negarse a hablar por teléfono tal y como reveló el ex jefe del Ejecutivo. Sánchez descargaba cualquier responsabilidad en un equipo negociador hasta que fue expulsado como secretario general tras un tumultuoso Comité Federal.
Pilar Alegría ha obviado este paralelismo cuando se le ha preguntado en rueda de prensa aunque fuentes del Ejecutivo, más tarde, han contextualizado los plantones de Sánchez porque estaban en una ronda de investidura y se estaba tratando de formar un Gobierno en el que Sánchez rechazaba participar.
Pese a la tensión con la Comunidad de Madrid, en el Gobierno no quieren bajar los decibelios y siguen justificando que se le llame "delincuente confeso" a la pareja de Ayuso. Incluso se remite a la RAE cuando se le pregunta por qué utilizan estos términos sobre González Amador, que admitió unos delitos fiscales mientras negociaba un pacto de conformidad con la Fiscalía.
La obsesión contra la presidenta madrileña es tal que el ministro de Transformación Digital, Óscar López, llegaba a justificar su cambio de mayorías para elegir a la dirección de RTVE con un cambio que hizo Ayuso. López afirmaba que su composición será "la más plural de la historia", ya que tendrán que entrar socios como ERC o Bildu, mientras que "Ayuso sólo negocia con MAR". "Uno para Ayuso y otro para MAR", terciaba.