La Comisión de Investigación del Senado sobre la trama Koldo abre este jueves una nueva ronda de comparecencias con la presencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, con el objetivo de descubrir si este Ministerio estuvo implicado en el presunto caso de corrupción de comisiones ilegales que giraría en torno al exasesor socialista Koldo García Izaguirre, que trabajaba para el que fuera ministro de Fomento, José Luis Ábalos.
Esta convocatoria de comparecencia al dirigente socialista se produce después de las sospechas por parte de los populares –que tienen mayoría absoluta en la Cámara Alta— sobre los contratos de compra de mascarillas para policías y funcionarios de prisiones que la cartera que dirige Marlaska hizo con la empresa Soluciones de Gestión, vinculada a Koldo García, que da nombre a la trama.
Estas sospechas son avaladas por el juez de la Audiencia Nacional del caso, que tomó declaración como testigo el pasado 14 de octubre al director general de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, José Antonio Rodríguez. Este negó por completo haber recibido órdenes directas por parte de Marlaska para contratar a la empresa que el exasesor de Ábalos manejaba junto con el conseguidor de la trama, Víctor de Aldama. Por el contrario, Rodríguez sí que admitió haber tenido contacto directo con el Gabinete del exministro Ábalos.
Asimismo, el anuncio de la comparecencia se dio después de que el PP denunciara por supuesta financiación ilegal al PSOE. La querella se basaba en unas informaciones que, sin desvelar las fuentes, dio el diario The Objective sobre la posible llegada de "bolsas llenas de dinero" a la sede nacional socialista de la Calle Ferraz, en Madrid, procedentes del Aeropuerto de Barajas en la noche de la visita de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez.
La visita de Delcy, en el foco
Aunque la querella ha sido inadmitida por el juez, se prevé que los populares centren gran parte de su interrogatorio en torno a la visita de la vicepresidenta de Maduro, que tuvo lugar en enero de 2020 y que nunca ha sido explicada con claridad.
De hecho, la versión más reciente del Gobierno mantiene que fue el titular de Interior el que tuvo la información de que Rodríguez no podía pisar suelo español, por lo que habría avisado al por entonces secretario de Organización del PSOE para que asistiese al recibimiento de la vicepresidenta venezolana. Algo que se ha argumentado después de que se descubriese que Ábalos había informado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre la visita "privada" de la representante de Maduro.
A este recibimiento también asistió Aldama, del que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha descubierto que tenía un contrato con Delcy Rodríguez para la compra de 104 lingotes de oro.
Marlaska, el número 3 de la trama
En este contexto, el PP se ha centrado en señalar a Marlaska como "el número 3" de la trama Koldo ya que, a ojos de los populares, el papel del ministro para "tapar" la corrupción que afecta al Ejecutivo habría sido crucial. Algo que se sustenta en uno de los informes de la UCO, en el que se especifica que "es necesario mencionar que algunos de los archivos aportados –por el Ministerio— no han podido ser analizados por resultar un formato ilegible". De ello, el PP entiende que hubo intención por parte de altos cargos de Interior de dificultar el trabajo de la Unidad.
A esta comparecencia, que se podrá seguir en directo en Libertad Digital, se le unirán las del numero 2 de Interior, Rafael Pérez, que tendrá lugar este viernes; y la del exdirector de la Guardia Civil Leonardo Marcos, que figura en uno de los informes como el autor de un chivatazo a los investigados.