Los efectivos enviados para investigar el lanzamiento de barro y de un palo al presidente del Gobierno y los destrozos en uno de los coches de la comitiva de Pedro Sánchez corresponden a un cuerpo muy especial: la UCE 3 de la Guardia Civil. Se trata de uno de los tres equipos de élite antiterroristas con competencias en investigación de Defensa Nacional, contrainteligencia y seguridad del cuerpo y ciberterrorismo y así se ha interpretado hasta el momento. Pero lo cierto es que el equipo enviado fue seleccionado con un criterio muy concreto. Fuentes del cuerpo de la Benemérita han confirmado a Libertad Digital que los guardias civiles son igualmente especialistas en detección y rastreo de grupos ultra.
De hecho, se tomó la decisión de enviar a este grupo por indicación directa del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Y se hizo con un inusual urgencia porque ya estaban siendo investigados los hechos por la Guardia Civil operativa en la citada localidad. La decisión fue tomada por la cúpula política de Interior el martes justo tras recibir los primeros datos que negaban la conexión con ultras del primer detenido. De inmediato se dio orden de enviar un helicóptero con cinco guardias civiles especialistas de la UCE-3 y centrados en la búsqueda de cualquier tipo de conexión ultra.
Las primeras investigaciones confirmaron lo que todos los asistentes en los altercados de Paiporta afirmaron: el primer detenido era un vecino, sin más, enfadado como todos, asqueado de no contar con apoyo tras cinco días de muerte y devastación, y sin antecedentes radicales.
El primer chequeo rápido de esa persona llegó el martes. Y la orden fue inmediata: cinco agentes de la Guardia Civil especializados en buscar cualquier tipo de conexión ultra.
Marlaska esperaba más detenciones
Después llegó el aviso de Marlaska: el ministro del Interior afirmaba el miércoles que esperaba que se realizaran más detenciones relacionadas con el ataque al vehículo que Pedro Sánchez en Paiporta (Valencia). "La Guardia Civil, a través de su Jefatura de Información, está realizando una investigación, concienzuda. Están estudiando todos los fotogramas, toda prueba documental que se ha podido incautar a través de las redes sociales. Las redes sociales sirven desgraciadamente para cometer muchos delitos pero también nos pueden ayudar a las Fuerzas de Seguridad del Estado a resolver otros", señaló esperanzado el ministro.
"En este sentido, están estudiando de una forma concienzuda y esperemos en breve más identificaciones, porque lo que sí consta es la existencia de una pluralidad de personas que intervinieron en estos hechos absolutamente criticables. Fue un número marginal de personal pero también un número superior a tres. Dejemos que la investigación se siga desarrollando y seamos absolutamente optimistas", añadió.
La historia se completa con otro capítulo: la investigación de la Guardia Civil ya presente en Paiporta no señalaba la existencia de vínculos con grupos ultra. Y, como la versión no gustó a Marlaska, pues había que rascar más.