
Una bomba siempre deja una onda expansiva que, tras la explosión, hay que determinar. La declaración de Víctor de Aldama es de tal calibre que todavía faltarán unos días para ver el alcance.
No solo afecta al Gobierno. También al partido que en menos de una semana celebra su Congreso. Cualquier cambio se examinará con relación a la declaración del "nexo corruptor". Si cae Cerdán, se verá como una respuesta. Si se mantiene, se verá como un respaldo pese a la acusación. En el Gobierno y en Ferraz dicen que todo es mentira, salvo las acusaciones contra José Luis Ábalos. Incluso, ante la amenaza de sacar más pruebas, algunos ya matizan y dicen que "alguna cosa pudo ser cierta" pero instan a que presente los documentos.
En las federaciones y bases crece la inquietud. De momento, todos se ciñen al argumentario oficial. En privado, Moncloa promete que no saldrá material comprometedor de Aldama con Sánchez. El presidente del Gobierno aseguró, en una charla informal con periodistas que no se grabó, que nunca tuvo relación con el empresario pero, cuando se le pregunta en público, siempre da largas y evita ser tan contundente.
El mayor temor es que existan WhatsApp que prueben esa conexión. "Si existen pruebas, tendremos un problema", afirman en las federaciones donde las declaraciones de Aldama, a la salida de la cárcel, prometiendo que sacaría las pruebas en breve han preocupado al partido.
No sólo Cerdán y Sánchez tienen un problema de cara al Congreso. También la vicepresidenta del Gobierno y vicesecretaria general, María Jesús Montero, ya que Aldama asegura que su jefe de Gabinete, Carlos Moreno, habría cobrado 25.000 euros con el consentimiento de la ministra de Hacienda.
Para tratar de rebatir estas afirmaciones, el viernes por la tarde se presentó una denuncia colectiva que encabezaba Pedro Sánchez y se sumaban María Jesús Montero, Santos Cerdán, Salvador Illa, Carlos Moreno y Ángel Victor Torres. Era llamativa la ausencia de otros afiliados como Teresa Ribera y de independientes como Fernando Grande Marlaska a los que Aldama también señala, aunque no habrían cobrado comisiones.
La querella del PSOE contra Víctor de Aldama es por injurias y calumnias. Los socialistas sostienen que Aldama hizo estas acusaciones sin pruebas para dañar políticamente al partido. Justifican la demanda como una defensa de su honor y como respuesta a lo que consideran una campaña de difamación.
Un abogado con experiencia
La indignación contra Aldama es mayúscula en el entorno presidencial. "Esparce todo sin pruebas", pero también ha llamado la atención el abogado de Aldama: José Antonio Choclán. Se trata de un ex juez de la Audiencia Nacional que participó en el tribunal del caso Banesto. En su trabajo como abogado se ha ganado un prestigio por llegar a acuerdos con la fiscalía. Ha estado al frente de la defensa de Cristiano Ronaldo e Imanol Arias, ambos casos contra Hacienda, y también ha trabajado con Corinna Larsen contra el rey emérito Juan Carlos I.
En Moncloa temen su "prestigio" pero tratan de vincularlo con el PP por haber sido asesor en la formación. Creen que esto refuerza su idea de que todo se trata de una campaña política. Aunque lo cierto es que también participó en la defensa Francisco Correa en la Gürtel o David Marjaliza en la Púnica, casos que afectaban a Genova.

