La voluntad del Gobierno de conceder un nuevo canal de televisión al Grupo Prisa es ya desde hace tiempo un secreto a voces en el sector. Sin embargo, a tenor de los últimos movimientos, todo parece indicar que su creación es inminente. Así se interpreta, sin ir más lejos, el relevo que este miércoles se producía en su productora audiovisual: "María Jesús Espinosa de los Monteros releva en la dirección de LACOproductora a José Miguel Contreras, que se centrará en sus responsabilidades como director de Contenidos de PRISA Media", anunciaba el grupo en una nota de prensa.
La gran pregunta es por qué ahora y, para muchos, la respuesta es evidente: "Contreras se tiene que concentrar en el nuevo canal de Prisa". Casualmente, dicho relevo coincidía con la publicación por parte de El Economista de una noticia en la que aseguraba que "el Gobierno ya ha decidido la concesión del nuevo canal de televisión", que provisionalmente habría sido bautizado como "La Séptima".
Según esta información, "el Ejecutivo de Pedro Sánchez, con el ministro Óscar López a la cabeza, asistido por Antonio Hernando, ultima detalles como las fechas para comunicar y formalizar la operación y conceder oficialmente la licencia de un nuevo canal de televisión al grupo Prisa, en colaboración con José Miguel Contreras, gurú personal de Pedro Sánchez y mandamás mediático del presidente con hilo directo y permanente con Moncloa y control sobre RTVE, La Ser y El País".
La ayuda de José Pablo López
La influencia del periodista en el Gobierno y la televisión pública no es baladí. De hecho, tal y como ha publicado Libertad Digital, los sindicatos independientes de RTVE llevan tiempo denunciando cómo se estarían externalizando numerosos proyectos a la productora del Grupo Prisa con el fin de financiar esta nueva aventura audiovisual.
Esta tendencia vendría a apuntalarse ahora con el nombramiento de José Pablo López como nuevo presidente de la Corporación, al que, además, el Gobierno ha otorgado un papel "plenipotenciario", como hace unos días denunciaba la popular Macarena Montesinos, ya que podrá cerrar la inmensa mayoría de los contratos sin ni siquiera someterlos al escrutinio del Consejo de Administración.
Su nombre llegó a sonar incluso como director de este nuevo canal de televisión y, según las fuentes consultadas por LD, desde que el pasado mes de marzo fuera cesado como director de Contenidos de RTVE, habría estado asesorando al Grupo Prisa. Ahora, sin embargo, su cometido será otro, tanto o más importante. "Va a jugar un papel fundamental como el gran conseguidor de contratos para toda esa gente", avanzaban ya hace un mes en los pasillos de la televisión pública.
También Vox apuntaba en esta dirección el pasado martes. "Este Gobierno no se conforma con RTVE; sabe que va a necesitar mucho más para protegerse. Por eso, también quiere que su aparato de propaganda privado, el Grupo Prisa, tenga, además de emisoras de radio y el periódico El País, una televisión privada. Por eso están dopando económicamente a las productoras cercanas al PSOE", advertía Manuel Mariscal desde el Congreso.
Objetivo: salvar a Sánchez
Tanto la concesión del nuevo canal de televisión como el nombramiento de José Pablo López vendrían a completar así el puzle de una operación en la que lo económico y lo político van de la mano. Al beneficio de unos, se suma el interés de otros —en este caso, del Gobierno— por contar con un nuevo medio de comunicación que le ayude a tapar sus vergüenzas en un momento en el que la sombra de la corrupción les acecha por todas partes: Begoña Gómez, David Sánchez, José Luis Ábalos, el Fiscal General del Estado...
Así, según El Economista, "La Séptima apunta a posicionarse como una plataforma mediática orientada a tertulias y debates con una línea ideológica más a la izquierda que La Sexta". A tal fin, se barajarían "nombres de destacados profesionales de RTVE y otras plataformas mediáticas, como Silvia Intxaurrondo o Xavier Fortes, así como figuras procedentes de la Cadena SER y algunos colaboradores de La Sexta o medios en el extremo más a la izquierda del arco mediático".
Cabe recordar que no es la primera vez que José Miguel Contreras o el Grupo Prisa se embarcan en una aventura de estas características. Durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, Contreras fue uno de los fundadores de La Sexta, aunque después acabaría vendiéndola a Atresmedia. El Grupo Prisa, por su parte, fue el responsable de la creación de Cuatro, aunque terminó cediéndola a Mediaset.